Capítulo 12.

16K 716 65
                                    

Escuché como reía divertida y me reí en mi fuero interno.

- ¿Qué es tan gracioso? - Le pregunté.

- Tú lo eres. - Me dijo entre una risa -Juro que nunca en mi vida había conocido a alguien tan, pero tan...

- ¿Linda? ¿Hermosa?

- Egocéntrica. - Afirmó.

- ¿Lo soy?

- No sabes cuanto.

- Yo no diría egocéntrica. - Dije y me acosté en el sillón poniendo mi brazo libre detrás de mi cabeza. - Más bien tengo una muy buena autoestima.

- Y una gran facilidad de palabra.

- Eso es una virtud.

- Ya lo creo, ya lo creo. - Dijo divertida. -¿A qué se debe tu llamada?

- Quería cerciorarme de mi teoría. - Le dije. La escuché comer algo. -¿Estás comiendo?

- Si. - Dijo con la boca llena. - Helado.

- ¿A esta hora?

- Es rutina. - Aclaró. - Siempre antes de dormir miró alguna película con un cono de helado en la mano. Y si la película es de amor, un paquete de pañuelos descartables.

- ¿Lloras?

- Y si. - Dijo y soltó un suspiro. -Hay películas que son muy lindas.

Guardó silencio por varios segundos, y yo también lo hice. Solo escuchaba su leve respiración.

- ¿Mañana haces algo?

- No lo se, quizás vaya a trabajar. Tengo que sacar las fotos del mes. Y debo ver a Normani...

- ¿Qué? - Pregunté al escuchar su nombre.

- Si, mañana iré a verla a la tarde. Está engripada, y le prometí que iría a verla.

- Aja, ahora también eres enfermera.

- No lo soy, pero debo admitir que soy muy buena cuidando gente.

- ¿Y que pasó con el tema del otro día?

- Ya lo olvidé, además de que me pidió perdón.

- Perdonas fácil. - Le dije.

- No, soy bastante rencorosa. Pero cuando su perdón viene de corazón, si lo hago. Escuché como bostezaba.

- ¿Tienes sueño? - Pregunté.

- Ahora si. - Dijo en medio de un bostezo. -Bueno Jauregui, me voy a dormir. Te veo el lunes. Adiós.

Colgó el teléfono dejándome con la palabra en la boca. Te veo el lunes. ¡Mierda! Tendré que darles a esas dos perras sus 400 dólares. ¡Dios! ¿Por qué tienes que ponerme a una difícil en el camino? ¿Acaso no soy una buena cristiana? Me puse de pie y caminé hasta mi habitación. Me saqué aquel molesto vestido y me puse cómoda para dormir. Me acosté en la cama mirando fijamente al techo.

- ¿Playa o montaña? - Pregunté.

- Depende. - Contestó.

- ¿De que?

- ¿Esa es otra pregunta? - Preguntó.

- ¿La vas a contar como pregunta? - Le dije. Sonrió.

- Si. - Dijo asintiendo.

- Eres tramposa.

- Depende de la persona con la que vaya. Si estoy con amigas, prefiero ir a la playa. Y si estoy con alguien especial, preferiría ir a la montaña.

I Want You. | | Camren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora