Capítulo 41.

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Ella sacó las llaves de su cartera y comenzó a caminar. Estaba por llegar tarde a la presentación de su hija, y no se podía permitir aquello. Se subió al auto y arrancó lo más rápido que pudo. Cuando llegó se bajó y casi corrió hacia dentro del auditorio. Un poco agitada se acercó a una de las profesoras. 

— Señorita, ¿Dónde está mi hija? — Le preguntó recuperando un poco el aire que había perdido. 

— Lauren está detrás del escenario , señora Jauregui. — Le señaló el camino con el dedo. 

Clara asintió con la cabeza y movió de nuevo sus piernas para acercarse al lugar. Corrió una cortina y la divisó parada en medio de varias niñas y niños. Sonrió levemente. Ella levantó su pequeña mirada y sonrió mostrando todos sus dientes al verla. 

— Lo siento caballeros y señoritas, pero llegó mi reina. — Les dijo a las personas que se encontraban a su alrededor y se abrió camino de ellas para acercarse a su madre. Clara se agachó cuando ella estuvo cerca. 

— Eres toda una galancita. — Le dijo divertida. 

— Lo se mami, pero solo me interesas tú. — Dijo la pequeña. 

—Okey, acabas de ganarte un helado para cuando termine la función. — Dijo ella y acomodó un poco su pelo. — ¿Estas nerviosa? 

— No, para nada. — Afirmó y sonrió. 

Su madre levantó su mano y acarició su rostro. Sus mejillas estaban sutilmente con rubor, su nariz pequeña adornaba su cara de niña. Ella era tan bella, su pequeña bebe. Con solo 5 años ya era toda una mujer, y hablaba como tal. 

Una de las profesoras de ballet se acercó a ellas. 

— La función ya va a comenzar. — Les avisó. Ambas asintieron y volvieron a mirarse. 

— ¿Papá vino? - Le preguntó ella esperanzada.

— No Lauren, papá esta ocupado. — Dijo ella.

— Siempre está ocupado. — Susurró bajando la mirada. 

Clara tomó su mentón e hizo que la mirara a los ojos. Ella no podía permitir que la concentración y la autoestima de su hija bajaran por eso. 

— Pero yo estoy aquí y yo quiero verte brillar. Dean también vino a verte...

— ¿Dean está aquí? — Dijo entusiasmada. Dean siempre venía a verla y eso la alentaba. Clara sonrió.

— Si, está aquí y ambos queremos que seas la niña mas linda de todas. Lauren rió divertida.

— Soy única, mami. — Le dijo. 

— Tienes razón, pero no importa. Para mí eres única y estoy muy orgullosa de ser tu madre. Ahora sal a ese escenario y haz lo que sabes hacer. — Dijo y le dio una pequeña palmada en su trasero para que caminara. 

Lauren movió sus pequeñas piernas hacia en escenario y Clara la perdió de vista. 


Se sentó en el gran piano de la casa de su abuela. Tenía que terminar de saber las notas, antes de que su madre llegara. Levantó la tapa del piano y se sentó en el asiento. Sus pequeñas piernas no alcanzaban el pedal. Así que buscó un libro y lo apoyó sobre él para poder tocar tranquila. Miró las 88 teclas del majestuoso piano de cola. Con cuidado apoyó uno de sus pequeños dedos sobre una de ellas. 

— Cuando toques el piano, siempre haz de cuenta que estas tocando un pedazo de tu alma, y tócalo con cuidado... porque el siente las emociones que tienes cuando lo tocas. — Le dijo su madre sentándose a su lado. 

I Want You. | | Camren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora