Capítulo 64.

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Corrí hacia donde se había dirigido el auto, pero ya se había alejado demasiado. 

— ¡NO! — Volví a gritar mientras sentía aquella sensación de impotencia en mi pecho. 

— ¡Lauren! — Me giré a verlas. Keana y Lucy venían corriendo hacia mí. — ¿Qué pasó? 

— Se la llevaron. — Dije mientras me daba cuenta de ello. Mis ojos se llenaron de lágrimas.

— ¿Y Camila? — Preguntó Lucy.

— A Camila. — Susurré.

— ¿Qué? — Dijo ella sin poder creerlo. 

—Tranquila, Lauren... vamos a encontrarla. Necesitamos llamar a la policía y ¿Por qué se la llevaron? — Dijo mi amiga. 

— Mi padre. — Dije y la miré a los ojos. 

Keana asintió levemente y estiró la mano para entregarme el celular que había tirado antes de salir corriendo. Lo tomé y sin pensarlo marqué el número de su celular. 

— ¿Qué pasó, hija? — Me preguntó al atender. 

— ¡¿Dónde está maldita sea?! ¡Por tu bien no la toques porque juro que voy a encontrarte y a acabar contigo! — Dije mientras apretaba los dientes. 

— Solo estoy intentando ayudarte. Quiero salvarte, aunque no lo creas. 

— ¿Por qué no me dejas en paz? — Mi voz se quebró y las malditas lágrimas comenzaron a salir de mis ojos. - No le hagas daño, por favor. 

— Por eso mismo es que quiero alejarla de ti, hija. — Susurró él como si estuviera con alguien. - Ella es la que va a acabar contigo si no hago algo.

— ¡No, por favor, no le hagas nada! — Grité.

— Me lo vas a agradecer algún día. — Dijo y colgó. 

— ¡NO, MALDITA SEA, NO! — Keana se acercó a mí y me abrazó mientras yo sentí que todo el mundo se venía sobre mi cabeza. — Va a hacerle algo. — Dije sin dejar de llorar. — Él esta loco y va a lastimarla. 

— Tranquila, hermana, tranquila. — Me dijo ella y se alejó de mí. — Vamos a llamar a la policía y hay que buscar a personas que hayan estado cerca de tu padre y que sepan lugares en los que pueda estar. 

— Ya llamé a la policía. — Dijo Lucy. — Están viniendo para acá. 

— Dianna. — Dije y me alejé de ellas para correr de nuevo hacia la Universidad. 

— ¡Lauren, espera! — Me gritó Keana. 

Aun así no me detuve. Ella debe saber algo de todo esto, ella debe tener una idea de a donde ese infeliz se llevó a Camila. Voy a matarla si no me lo dice. 

Entré abruptamente al salón. Todos se giraron a verme. La busqué con la mirada y la encontré sentada casi al final del salón. 

— ¿Dónde esta? — Le pregunté fuerte mientras me acercaba a ella. 

Sus ojos se abrieron bien y se puso de pie para retroceder levemente. Me acerqué más y la toqué por los hombros. 

— ¿Qué haces? — Me preguntó nerviosa.

— ¡Dime donde diablos la tiene! — Le grité.

— ¡Lauren, Laur! — Keana me alejó de ella. Intenté soltarme, pero ella me lo impidió. 

— ¡Suéltame Keana! ¡Esta perra sabe donde la tiene! ¡Ella lo sabe! — Dije mientras seguía haciendo fuerza para soltarme de mi amiga. 

— ¡No sé de que estás hablando! — Me dijo ella mientras comenzaba a llorar. 

I Want You. | | Camren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora