DESCUBRIENDO EL AMOR

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Al entrar a la habitación y cerrar la puerta tras de si, Clarke se giro para quedar de cara a Lexa quien se acerco a ella lentamente colocando sus manos en su cintura y estrechando su cuerpo contra el suyo. Las manos de Clarke rápidamente se posicionaron en la nuca de la Sheriff pegando por instinto sus frentes, escuchando sus respiraciones que se notaban ansiosas, temblorosas por la expectación de lo que podría venir.

-Me gustas... me gustas demasiado Clarke, pero no puedo sufrir otra decepción, mi corazón antes a sido dañado, así que si no estas segura o bien no sientes lo mismo que yo... por favor detén lo que sea que esta pasando entre nosotras.

-A mi también me gustas Lexa, y no pretendo jugar contigo... veamos a donde nos lleva todo esto.

Una suave música proveniente del salón se empezó a escuchar, Lexa y Clarke empezaron a balancearse sobre sus pies, como si flotaran en una nube, de pronto ya no existía nada a su alrededor solo ellas dos, abrazadas con sus cuerpos tan juntos como era posible.

Clarke enterró su cara en el cuello de Lexa y empezó a dejar tiernos besos en el, provocando un estremecimiento que recorrió toda la columna vertebral de la Sheriff.  Esta se despego y capturo los labios de la rubia, empezando a levantar por el dobladillo su blusa y acariciando la espalda de esta. Las caricias de la sheriff quemaban la piel de Clarke, en un beso ardiente que subía su temperatura de manera estrepitosa, Clarke levanto los brazos para que la sheriff quitara por completo su blusa y dándole así una clara señal de lo que quería de ella esa noche.

Lexa sin pensarlo hizo lo que en silencio la rubia le pedía, retiro  su blusa y se dedico a contemplar su hermoso torso, sus bellos pechos cubiertos por un sujetador de encaje negro que le robo el aliento. Se acerco para empezar a repartir besos húmedos por ellos, subiendo a su cuello y sacando suspiros de la Guardabosques.

Clarke empezó a quitar de manera torpe la ropa de Lexa, de pronto la invadió una desesperación por sentir la piel de la castaña directamente sobre la suya, Lexa le tomo por la muñecas:

-Despacio, no me iré a ningún lado, tenemos toda la noche Clarke.- regalándole la sonrisa mas hermosa que Clarke hubiera visto hasta ahora de la sheriff.

Clarke solo asintió con su cabeza y continuo con su labor, un poco mas calmada pero sin detenerse, retiro la blusa y desabrocho los pantalones de la Sheriff, deslizándolos con delicadeza hasta dejar a la mujer que había robado su razón, solo en ropa interior. Clarke estaba embobada ante semejante belleza; "Dios es perfecta" era el pensamiento que golpeaba una y otra vez la mente de la rubia.

Lexa jalo de su brazo y volvió a unirlas en un beso apasionado, era una lucha de dominación la cual ninguna de las dos quería perder. Mientras Lexa seguía con un beso profundo y húmedo sus manos no se detenían, bajando el pantalón de la rubia para terminar olvidado en el piso de la habitación de esta, junto con la mayoría de la ropa de la sheriff, caminaba guiando a Clarke hacia la cama, al llegar a esta Clarke subió y se acomodo en medio esperando por Lexa quien la veía de pie en el borde la cama, Clarke sonrió y le tendió una mano invitando a esta a que subiera y fuera a su encuentro.

En ese momento el tiempo se detuvo para ambas, la pasión casi animal que en un inicio las embargo, fue desplazada por un sentimiento hasta ahora desconocido por ellas, la calma y la quietud se apodero del ambiente, ambas sumergidas y atrapadas en la mirada de su compañera, pudieron acoplar sus respiración sus latidos, de un momento a otro esto ya no se trataba de un acto carnal, esto ya no era sexo... empezaron con sonrisas y hasta un ligero nervio se apodero de ambas, caricias tímidas pero no por ello menos ardientes, ellas estaban tan excitadas pero a la vez sin prisa, querían conocer cada centímetro del cuerpo de la otra, besarlo, amarlo y adorarlo. 

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