GREEN AND BLUE

VIAJES DE ENSUEÑO

Las chicas abandonaron de madrugada la fiesta, dejando a Maddy a cargo de Abby y Luna, quien por una semana cuidarían del pequeño monito, las cuatro viajaron juntas hasta seattle, Lincoln fue el encargado de llevarles al aeropuerto, donde se separaron para tomar sus respectivos vuelos, Raven y O con destino a México, y Lexa y Clarke con destino a California, donde abordarían el crucero.

Habían volado de Seattle hasta los Ángeles, donde pasaron el fin de semana de su matrimonio, el lunes por la mañana embarcarían en la bahía de san pedro con destino a Alaska, serian 7 dias de crucero.. mar.. mar y muchísimo mas mar.

La idea de la sheriff era encerrarse a piedra y lodo con su ahora esposa en el camarote VIP que habia reservado, pero las cosas no estaban pintando tal y como ella lo había previsto, ya que la rubia estaba más que entusiasmada por recorrer el largo y ancho de la embarcación, así como cada piso de la mismas.

-Mira mi amor, hay muchas piscinas y toboganes, centro comercial, cine, teatro.. espectáculos y hasta música en vivo, 7 bares y restaurantes de todo tipo... quiero recórrelo todo!!.- Decía entusiasmada.

-Todos?? Cariño no creo que podamos recorrerlo todo, yo pensaba más en días tranquilos tu y yo disfrutándonos y por las tardes salir a comer y pasear un poco, tal vez el casino o algunos bares con música en vivo.- Decía la sheriff mientras abrazaba a su esposa por la espada y depositaba algunos besos cerca de su oído.

-Lex no estaremos encerradas todo el dia!.-Anuncio la rubia.

-Noo? Pero es mi luna de miel.. se supone que tu y yo...-Decía la sheriff con un puchero.

-Las noches serán todas tuyas, pero el dia sera mio.- Le dijo mientras le depositaba un beso en los labios. Y revisaba su celular.

Donde había recibido muchísimas fotos de parte de sus amigas quienes ya disfrutaban del caribe mexicano.

EL camerino era hermoso, cama de tamaño Queen con vista al mar un pequeño sofá y un área de mini-bar, muy elegante y clásico. Clarke no había podido ignorar las insistentes caricias y suaves susurros en su oreja por parte de Lexa, había jugado sucio. No quería perderse nada de ese viaje, era una fecha muy importante en sus vidas su luna de miel, pero también lo era satisfacer a su ahora esposa Woods-Griffin.

-Cariño, te necesito tanto. - el sensual tono de Lexa la trajo de vuelta a la realidad.

- ¿Sí? ¿Qué tanto, mi amor? - sentía las caderas de Lexa repegarse en su trasero mientras le ayudaba a quitarse ese exceso de ropa especial para el frío de Alaska.

- Demasiado...muero porque me toques y tocarte...corrernos al mismo tiempo. Quiero saborearte toda, Clarke. -

Estaba molesta con ella por interrumpir la vista espectacular que estaban teniendo afuera y lo que el guía turístico había estado explicando, pero no podía negar que escuchar a Lexa así de excitada la hacía mojar sus braguitas en segundos.

- No.

- ¿No qué?

- Hoy mando yo. - Clarke se volteo de prisa y comenzó a desnudar el hermoso cuerpo de la sheriff.

Lexa tragó saliva y sé dejó hacer. Estaba ardiendo por volver a sentir a Clarke, pero ya como su esposa. Sonrió tiernamente al mismo tiempo que un gemido salió de su boca y la hizo cerrar sus ojos y disfrutar de las succiones que Clarke les daba a sus pezones.

- Ah sí, mi amor...tú mandas.

Clarke atendía de un pezón a otro, dejando pequeños mordiscos y lamiditas, mientras sus manos desabrochaban los pantalones de la castaña.

- Joder, Lexa...ayúdame con esto. - estaba desesperada, necesitaba sentir ya la humedad de su mujer. Veía cómo Lexa respiraba con dificultad y movía sus caderas, mientras que con una mano sostenía la cabeza ahí en su duro pezón, incitándola a que se lo chupara con más fuerza.

- Fuerte, amor...ah joder...sí. - sentía el exceso de humedad cada vez más abundante en su sexo, sus braguitas estaban inservibles y necesitaba urgentemente la boca o los dedos de Clarke ahí.

Dejo de atender sus pechos, por ahora, bajó su pantalón y fue a besarla con pasión, mientras Lexa quitaba la poca ropa que le quedaba a Clarke.