~♡~Mi Amor A Tus Pies, Mi Soberano~♡~

Capítulo II

Pi-Ramsés, Egipto
1308 a. C.

Han pasado ocho años desde que el rey Seti revocó la ley de la muerte de bebés hebreos, Ramsés y Djet se llevan muy bien, tanto que Ramsés ha empezado sentir cosas por el, Seti odia a Djet, porque ha visto su actitud cuando está solo, pero todos piensan que el es un lindo angelito.
Moisés ha crecido feliz con su familia, ya está a punto de empezar a trabajar en las obras y eso preocupa a sus padres, porque Moisés nació algo delicado, y un poco más afeminado, pero le gusta mucho la aventura, arriesgarse y muchas otras cosas que le gustan a los niños.

Pero no todo siempre es color de rosas...

El palacio ha empezado a tomar niños hebreos para hacerlos ciervos de los nobles...

Jocabed: Niños cuidado se lastiman jugando.
Aarón: No mamá, no pasa nada, nos estamos divirtiendo.

Esa diversión no duró mucho... Un oficial del reino entro de una a la casa de Jocabed y vio a los tres niños, pero se fijo más en Moisés, así que se dirigió a si a él niño y lo tomó en brazos.
Jocabed: ¡No, que hace porque se lo lleva!
Oficial: Son órdenes de la princesa Henutmire, tomar a niños de entre siete a diez años para ser ciervos del príncipe Djet.
Jocabed: Se lo ruego deje a mi niño, ¡Por favor!

El oficial hizo caso omiso y se llevó a Moisés, Jocabed estaba devastada y Miriam y Aarón estaban asustados y llorando.
Jocabed: ¡Dios mío! por favor cuida a mi hijo, no dejes que le pase nada malo.

El oficial llegó con Moisés y otros dos niños más al palacio, lo dejaron entrar y los llevó a harem donde se encontraba la princesa Henutmire.
Oficial: Princesa, aquí están tres hebreos, el tiene nueve años, el diez años y el ocho años.
Henutmire: Lleva a esos dos niños a donde Junet para que se los de a un noble y déjame este aquí.
Oficial: Si princesa

Henutmire se quedó con Moisés, pudo ver como derramaba lágrima tras lágrima, y algo dentro de ella no le gustó verlo así, lo cogio en brazos.
Henutmire: ¿Como te llamas?
Moisés: snif, Mi nombre es, snif Moisés.
Henutmire: Que lindo nombre tienes.
Moisés: Quiero irme a casa, quiero a mi mamá.
Henutmire: Desde ahora está es tu casa y yo seré como tu madre, serás ciervo de mi hijo Djet, y se que te llevaras muy bien con el y con mi pequeño hermano Ramsés.

Henutmire llevo a Moisés donde estaban los niños y les explicó que será ciervo de Djet, Ramsés se emocionó porque tenía un nuevo amigo pero a Dejet no le gustó para nada eso, pero fingió que estaba feliz.
Los niños se pusieron a jugar un rato, entre Ramsés y Moisés hubo como una chispa que no se pudo descifrar, Moisés fue más demostrativo pero Ramsés estaba "enamorado de Djet" así que no le tomó ni la más mínima atención, por otro lado Djet no estaba nada contento con la presencia de Moisés, pero antes de que hiciera un comentario desagradable, llego Nefertari.
Nefertari: Hola chicos que hacen... ¿Quién es el?
Ramsés: Hola Nefertari, estamos jugando, el es Moisés y es ciervo de Djet, mi hermana lo trajo para que lo conozcamos y que vaya formando parte de la vida de Djet, después de todo Moisés tiene que servirlo.
Nefertari: Ahhh, hola Moisés yo soy Nefertari, soy hija del sacerdote Paser y la dama de compañía de la princesa, espero poder ser amigos.
Moisés: Hola señorita Nefertari, yo también espero que nos llevemos bien, pero, ¿cuándo podré ver a mi mami?
Ramsés: Tu ya no tienes mamá, ahora este es tu hogar y tu deber es servir al príncipe Djet.
Moisés: Si príncipe, snif snif, disculpe las molestias.
Nefertari: No Moisés no llores, aquí será tu hogar y nosotros seremos muy buenos amigos, si ves lo que haces Ramsés.
Ramsés se sintió mal como hablo a Moisés pero se quedó callado, Nefertari le agradó mucho Moisés y lo quiere, pero Djet, estaba feliz de como Ramsés lo hizo llorar y furioso de que Nefertari se llevara tan bien con Moisés apenas de haberlo conocido, cuando ni a él le hablaba así, pues si a Nefertari tampoco le caía bien Djet, pero no lo demostraba por Ramsés, claro que Djet sí se daba cuenta de su comportamiento.
Después de ese incidente Moisés fue llevado junto a los demás ciervos de su edad para que le enseñen como comportarse ante su noble, Nefertari se fue donde su madre que la llamaba y Ramsés y Djet se quedaron hablando como siempre.