Capítulo X

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Pi-Ramsés
1318 a. C.

Moisés se encontraba en la entrada de Egipto, estaba agotado del viaje.
Pero no se atrevía a dirigirse al Palacio por miedo a que su peor pesadilla se cumpliera, el hecho de que Djet cumpliera su plan, y para evitar, primero se dirigió a la casa de su madre a verla y preguntar sobre todo lo que pasó en esos 4 días que desapareció.
Toco la puerta y quien le abrió fue su madre, la cual se quedó sin palabras cuando lo vio, las lágrimas caían por sus mejillas y se encontraba demacrada, talvez por su desaparición.
Lo primero que hizo Moisés fue abrazarla y tardó unos minutos cuando su mamá correspondió.

Moisés: M-mamá...
Jocabed: Hijo mío, bendito sea Dios, por fin estas aquí, que te paso, estas lastimado, te hicieron algo?
Moisés: No mamá tranquila, gracias a Dios estoy bien, entremos y te cuento todo lo que paso.
Jocabed: Esta bien hijo.

Después Moisés le contó todo a Jocabed omitiendo la historia del collar, solo dijo que una familia de Madian lo ayudó a volver.

Moisés: ¿Y Miriam y Aarón no están?
Jocabed: No hijo, se fueron a casa de Nun y Amalia, todos hemos estado mal con tu desaparición y ni hablar del soberano Ramsés.
Moisés: Justo eso iba a preguntar madre, que paso en el palacio después de que yo desapareciera.
Jocabed: Después de que te secuestraron, Ramsés estaba como loco, desesperado buscándote, el rey Seti había sido herido y lo llevaron con el sacerdote Paser, todo estaba hecho un caos, Ramsés mandó a guardias a buscarte y a investigar quién fue el causante de todo.
Moisés: Y el príncipe Djet
Jocabed: Él estuvo todo el tiempo por el pasillo y no hacía nada, se veía algo feliz pero no le tomaron importancia.
Moisés: Mamá, tengo que volver al palacio, Ramsés debe seguir muy desesperado y ya lo quiero ver.
Jocabed: Ve hijo mío, él te necesita, cuando lleguen tus hermanos les cuento todo.
Moisés: Esta bien madre, muchas gracias por todo, te amo.
Jocabed: Yo también hijo mío.

Después Moisés se despidió de su madre y fue al palacio, estaba vestido con una túnica, así que nadie lo reconoció.
Al llegar los guardias no lo dejaban entrar, hasta que salió Ikeni y lo vio, enseguida sin esperar lo dejo entrar.
Los dos se dirigieron a la sala del trono pero en la entrada se detuvieron.

Ikeni: Moisés espérame aquí para anunciarte ante el soberano.
Moisés: Ikeni por favor yo puedo entrar y quiero ver a mi soberano, descuida no dejaré que te haga algo por no anunciar, se que estará muy feliz como yo lo estoy.
Ikeni: Ok Moisés confío en ti, adelante entonces.

Moisés entró a la sala muy entusiasmado pero la sonrisa se le borró de inmediato al ver una escena que lastimaba a su corazón...
El soberano se estaba besando con Djet sobre sus piernas.
Moisés aplaudió y Ramsés y Djet observaron a quien tenían enfrente.

Ramsés: Moisés...
Moisés: Que rápido le duro el amor que sentía por mí príncipe, muchas felicidades a los dos, al parecer siempre se amaron y yo fui un estorbo en medio, pero descuiden no voy a llorar más, se acabó él Moisés que lloraba por un amor no correspondido, que patético era.
Talvez no debí haber venido por gusto.
Ramsés: ¡¡No, Moisés déjame explicártelo!!
Moisés: No hay nada que explicar príncipe o debería llamarlo soberano, muchas felicidades al nuevo rey de Egipto que reine feliz a lado de su nueva reina, aquí está el collar, ya no me pertenece, como nunca me perteneció su amor...

Moisés dejó el collar en una mesita que había y salió lo más rápido de la sala del trono.
Detrás de él fue Ramsés desesperado, Moisés salió del palacio y salió corriendo hacia el Nilo, su lugar de calma.
Al llegar se sentó en la arena y se puso a observar el río en absoluto silencio y aguantando se las lágrimas que luchaban por salir.

Ramsés: Moisés por favor...
Moisés: Soberano ya dije todo lo que tenía que decir, por favor usted, ya déjeme.
Ramsés: No me iré y no te dejaré ir hasta que te explique el porqué de eso que viste.
Moisés:...
Ramsés: Veraz antes de que entraras yo estaba hablando con Djet sobre tu desaparición, y el mismo me reveló que él te mando a secuestrar para que no re cases conmigo, yo lo agarré del cuello y le grité que me dijera tu paradero pero dijo, "matame si quieres Ramsés, pero al morir muere la única esperanza de encontrarlo, haz lo que te digo y te diré donde está".
El me amenazó y me dijo que le de un beso y con eso me daría la primera respuesta, claro después le iba a subir a sus ordenes para yo hacer lo que él quiera.
Moisés:...
Ramsés: Por favor háblame, todo lo que te dije es verdad, yo ya no amo a esa rata, solo te amo a ti.
Moisés: Te creo Ramsés pero no te perdonaré fácilmente por que como es posible que el rey de Egipto no haya podido encontrar a una persona y dejarse ordenar por una víbora ponsoñosa.
Ramsés: Esta bien amor mío, con tal de estar contigo no me importa el tiempo.

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Holis mis queridos lectores.

Lo sé soy un escritor irresponsable por haberme tardado en publicar, disculpen pero pase por una semana muy desastrosa.
Pero aquí está el capítulo.

Por cierto ya esta publicada mi amor, mi sultán, para que vayan a leerla, espero les guste, esta la sinopsis y el capítulo uno, cualquier duda me la hacen saber en los comentarios de esa novela.

Gracias por leer, no se olviden de votar aquí y allá. 😉

Sin más que decir hasta pronto.
Atte.

~Felix Koslever~

~♡~Mi Amor A Tus Pies, Mi Soberano~♡~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora