Capítulo 11

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Drue.

El corazón me martilla, los nervios me avasallan, el contacto de los dedos de Luke sobre mi pelvis me quema la piel.

Trato de removerme pero no lo consigo, su brazo por encima de mi vientre me aprisiona contra su pecho, el corazón me retumba en los oídos y estoy segura que el lo escucha palpitar con fiereza.

La cabeza de Luke se mueve hacia mi oreja, su aliento golpeando mi cuello cuando respira, erizando mi piel.

–Luke...

Mi voz sale tan débil y baja que casi no se escucha, el mueve los labios sobre mi cuello y madre de todos los pecados, siento que me derrito con cada roce, con cada tacto, esto es demasiado para mi pobre y virgen cuerpo.

–¿Te gustó?

Su pregunta me toma por sorpresa paralizando mi corazón.

–Qu..que?

Pregunto torpemente, la respiración ya es un desastre solo con su cercanía.

–¿Que si te gustó provocarme una enorme erección para luego dejarme todo duro?

Paso saliva, no digo nada, su aliento etílico, lo duro de su abdomen bien definido pegado a mi espalda y el calor que emana su cuerpo me roban el aliento.

–No voy a caer en tu juego.

Suelto esta vez con la voz un poco más firme, sosteniendo los jadeos que quiere soltar mi garganta debido a la mano de Luke a milímetros de esa zona tan delicada y llena de nervios.

–¿Juego? —suelta una sonrisa traviesa que me pone aún más nerviosa.

–Si, se que solo estas jugando conmigo para luego dejarme como aquel día y como mismo te dejé hoy.

–¿Ansiosa de más?

Reyebgo la respiración y saca la mano para llevarla a mi cadera, me aprieta con delicadeza y me pega a el, el aire se estanca en mis pulmones, todo estalla dentro de mi y me salen corazones de los ojos, está duro, la dureza maltrata la parte baja de mi espalda.

–¿Crees que esto es un juego?.

No digo nada, me mantengo absorta ante el cosquilleo que recorre mi cuerpo, Luke es mi primera vez en muchas cosas, la primera vez que me enamoro, la primera vez que dejo a un chico entrar a mi zona de confort, la primera vez que un chico toca mis partes íntimas y las primeras vez que siento este montón de cosas con tan solo sentirlo duro contra mi.

Inesperadamente Luke planta su mano en mi entrepierna ocasionando que el corazón me de un vuelco y la respiración se me agite, siento punzadas en mi vientre, niego varias veces pero no aparto su mano, quisiera decir que no se el porque dejo que me toque pero si lo se, lo hago porque me encanta su tacto, porque el me encanta, me siento atraída enormemente hacia el, o no, mejor aún, estoy enamorada hasta el tuétano de mi nuevo vecino, el mismo imbécil que dice que no le gusto.

Sus dedos trazan movimientos cincornizados sobre mi sexo, mientras su boca deja pequeños besos húmedos por todo mi cuello.

Pequeñas palmaditas sobre mi sexo me hacen brincar inconscientemente al mismo tiempo que me pego a él, buscando sentir toda su dureza en mis nalgas, Luke me tortura paseando los dedos por los bordes de mis muslos, robandome el aliento cuando pasa sus dedos cerca de ese sitio que tanto anhelo que toque pero que no toca.

–Luke.

Musito.

–Ummm.

–Yo.. Yo quiero...

Mil millas lejos de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora