Tras la explosión del arma definitiva Lysson el lider del team flare se volvió algo completamente nuevo gracias a la energía del nucleo del arma definitiva, no esta ni vivo ni muerto y además ganó una interesante habilidad para poseer a otros seres...
Solo veía oscuridad, aunque no era profunda ni vacía aun así no podía ver nada, lo que quería decir es que seguía vivo de alguna manera, me arrastré y me arrastré, pero me costaba mucho trabajo sentía que tenía algo muy pesado encima, pero de alguna manera pude zafarme y salir de donde estaba atrapado.
Tras arrastrarme a duras penas de ese montón de escombros me puse de pie con algo de dificultad, sentía las piernas como gelatina y mis ojos me costaba trabajo abrirlos no solo por estar inconsciente quien sabe cuanto porrón de horas, si no que también porqué sentía que algo empañaba toda mi cara y ensuciaba todo mi cuerpo, me quité un poco de la cara y cuando pude abrir mis ojos vi que era mucho tizne, en efecto no era un sueño podía sentirlo había sobrevivido a la explosión.
Salí dando pasos cortos pero firmes, mi cuerpo estaba débil y la boca la tenía seca, al parecer no solo me sentía así por el gran castigo que recibió mi cuerpo si no que estuve noqueado mucho tiempo, debido a mi debilidad tropecé muchas veces al caminar, pero nunca me rendí y salí de lo que solía ser la base de mi querido team flare.
Pude ver que era de noche, la luna estaba siendo tapada por las nubes, muy bien, asi nadie me verá arrastrarme donde quería ir, no pensaba en nada solo quería avanzar y alejarme del lugar del impacto. De camino a pueblo Cromlech unos jovenes que andaban de excursión me vieron y por sus reacciones no parecía tener muy buen aspecto.
Mochilero masculino: ¡¿Pero que es esa cosa?!
Mochilera femenina: ¡¡¡U-U-Un monstruooo!!!
Ambos salieron huyendo de mí, yo solo estiré mi brazo y traté de articular una palabra para que me ayudasen, parece que por la oscuridad y todo el tizne en mi cuerpo debieron haberme confundido con una tontería de esas leyendas urbanas que los chiquillos se creen, que idiotas. Seguí mi camino y cuando estuve cerca de llegar a pueblo Cromlech las nubes se apartaron dejando la luna iluminar todo incluido a mí mismo lo que le permitió a la gente que aun circulaba por las calles verme con mas claridad y de esa manera no confundirme con un tonto cuento de terror.
Pero nada cambió pues los dos chavalines de excursión habían llegado gritando lo que hizo que muchos vecinos salieran a ver lo que ocurría y ahí fue cuando las nubes se apartaron de la luna y me pudieron ver bajo la luz de la noche, yo ingenuo creí que me iban a ayudar, pero el disgusto de sus caras no desapareció al verme con horror.
Jovencito: ¡Mírenlo es horrible es un monstruo!
Señora: ¡Lo veo y no lo creo!
Preescolar chica: ¡Mami no dejes que me lleve el monstruo!
Entrenador Guay: ¡Hay que atraparlo y entregarlo a las autoridades! No podemos arriesgar a dejar esa cosa deambulando por aquí
Todos los vecinos allí presentes estuvieron de acuerdo y me persiguieron con la ayuda de sus pokemones, yo intenté sacar uno de los mios de mi cinturón donde tengo las pokebolas pero noté que ya no las tenía asi que no tuve mas opción que correr de ellos devuelta a las ruinas de lo que solía ser la base del team flare, muchos no quisieron acercarse al lugar de la explosión asi que a medida que volvía iba perdiendo perseguidores, cuando entré devuelta al interior de las ruinas me di cuenta de porqué me perseguían, un trozo de metal reluciente en el suelo me mostró la verdad, mi cara, mi pelo, mis manos... todo estaba calcinado y deforme parecía un zombi.
Lysson: Así que esta es la razón ¿Eh? ¡Ahora soy un puto monstruo! – respiré profundo y me calmé – Ironico, ahora soy lo que ese chico de gorra me dijo que era... un monstruo, tal vez tenía razón
Comencé a reírme psicóticamente por varios segundos, pero lentamente se fue transformando en un llanto ahogado el cual aguanté ya que alguien había insistido en seguirme y en ese momento algo hizo click en mi ¿Qué hacía en el suelo? ¡¿Yo?! ¡Lysson el líder del team flare!
Entrenador Guay: ¡Te encontré maldito monstruo! Salvaré a mi familia en Cromlech dándote caza
Secando mis lagrimas me levanté asumiendo una actitud arrogante y una mirada fría, si era visto como un monstruo entonces iba a ser un monstruo que temer, no me dejaría intimidar por un chaval presumido como este pelele, además si moría enfrentando a sus pokemón era mejor destino que vivir así, si iba a morir moriré con orgullo y bajo mis términos.
Lysson: ¿Así que tenemos un héroe eh? ¡Elije bien tus combates chaval o terminarás aplastado!
Entrenador Guay: ¡¿Pu-Puede hablar?! ¡El monstruo puede hablar!
Lysson: ¿Impresionado? Incluso los monstruos tenemos corazón ¿A dónde se fue ese deseo de cazarme? ¿Volverás con el rabo entre las piernas con tu mami?
Entrenador Guay: ¡No claro que no! ¡serás cazado, aunque tengas consciencia o hables no me importa! El entrenador guay Emil es el nombre de tu cazador ¡Adelante Absol, Pinsir a él!
Los pokemones lucían confundidos con la orden de su entrenador, aunque luciera como un monstruo ellos sabían que Lysson era un humano y se mostraban reacios a atacar a una persona.
Emil: ¿Qué hacen desobedeciéndome? ¡Vamos ataquen no es un humano es un monstruo!
Lysson: ¡Es inútil chaval! Tus pokemones son muy buenos y criados para ser amigos de los humanos ¿No? Va en contra de sus principios atacarme, pues a diferencia de los humanos ellos ven mas allá de las apariencias
El muchacho regresó sus pokemones a sus pokebolas e intentó salir por patas, pero yo con este subidón de confianza que comencé a sentir debido al miedo a en el rostro de ese muchacho quería darle una lección por intentar matarme, quería hacer algo para que no volviera a cometer una estupidez como esta y entonces solo se me ocurrió fijar mi mirada en el y gritarle un ¡alto ahí! A viva voz y entonces sentí algo extraño, el muchacho ya no estaba en frente de mí, tras un leve mareo y una sensacion de ahogo recuperé la compostura.
Lysson: ¿Qué a pasa...? ¡¿Mi voz que le pasó a mi voz?! ¿Estas son mis manos? ¡Y esta ropa! No puede ser entonces detrás de mi debería estar
Me di la vuelta y en efecto ahí estaba, mi viejo cuerpo, vacío como una cascara inanimada al parecer de alguna forma poseí su cuerpo no intercambiamos ya que el mio no tenía nada dentro lo comprobé al tomarle el pulso y notar que estaba muerto, al menos el yo que estaba en frente mio pues mi consciencia mi mente, mis recuerdos todo estaba ahora dentro de este chico.
Usé un trozo de metal para mirar mi nueva cara y la verdad es que no estaba tan mal, no era tan apuesto como solía serlo, pero me bastaba era un cuerpo decente.
Lysson: Ahora que caigo ¿Me habré quedado así o será que puedo cambiar? – sonreí maliciosamente - ¡Solo hay una forma de averiguarlo! Hora de hacer unos experimentos en el pueblo Cromlech
(Apariencia actual de Lysson, Entrenador guay Emil)
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