Capítulo 30: ¡Hora de héroes!

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En ciudad tempera tras unas desgarradoras perdidas por la plaga, el profesor Ciprés no tuvo mas opción que tragarse su tristeza y apresurarse para ayudar a los que aun podían ser salvados, en el hospital de la ciudad se habían encerrado muchos civiles que llegaron huyendo de los plagados, además de los doctores que también se guarecieron dentro junto a los pacientes y el demás personal del hospital, el profesor llegó junto a Beatriz montados en el Gogoat de Kalm, ambos muy felices por haber llegado a salvo y ver que por esa zona no habían llegado los plagados aun, al parecer se estaban expandiendo hacia el sureste y el norte lo tenían desatendido.

Ciprés: Genial todo parece tranquilo, deben estar todos bien entonces

Beatriz: Pero... ¿Cómo entramos? Están echadas abajo todas esas cortinas metálicas en las puertas

Ciprés: Haremos lo que hacían nuestros ancestros antes de que existieran los timbres

Beatriz: ¿Qué cosa?

Ciprés: Pues tocar ¡duh!

El dúo se acercó a la cortina metálica de la puerta principal y tocaron, pero nadie salió, Beatriz se inquietó, pero el profesor ni se inmutó y solo lo hizo de nuevo, aunque esta vez también habló

Ciprés: Disculpen no estamos plagados ni nada ¿Pueden abrirnos?

Se escuchó una conmoción dentro, seguramente estaban discutiendo sobre lo que estaban escuchando, no se entendía lo que decían, pero era seguro que había una acalorada discusión, aunque parecía que no iba a servir de nada pues esa cortina nunca se levantó pasados 10 minutos.

Beatriz: ¡Malditos no nos van a abrir! ¿No se supone que debemos evitar más contagios en lugar de facilitarlos? ¡Nos dejaron en bandeja para los plagados!

Ciprés: ¡Calma Bea! Deben estar asustados no es que lo hagan por maldad solo ven por la seguridad de los indefensos, recuerda que es un hospital hay muchos enfermos y heridos que no pueden moverse o si quiera valerse por si mismos, en la misma parada deben estar los centros pokemón

Beatriz: ¿Qué hacemos entonces?

Ciprés: vigila la entrada, llamaré por el videomisor a mis compañeras las aprendices de Valeria, ellas se quedaron encerradas dentro porqué estaban esperando a que atendieran a Kalm y Serena, me pueden decir que sucede dentro

Beatriz: Muy bien, pero apresúrate que no tengo pokemones para defenderme y este Gogoat ya está muy cansado – dijo mientras lo regresaba a su pokebola

Tras presionar unos cuantos botones hizo la llamada, la espera le puso un poco inquieto pero su alivio se hizo presente al ver como una de las aprendices le respondió.

Chloe: ¿Profesor? Que bueno que llamó me daba cosita hacerlo con este ambiente tan pesado, tuve que venir al baño para contestar

Ciprés: Vaya... por lo que dices la cosa está tensa allí dentro

Chloe: Es mal visto si quiera hablar ya que los doctores necesitan silencio para atender a los enfermos y la demás gente para consolar a los que se han quebrado o a los niños, es deprimente

Ciprés: Me imagino lo difícil que debe ser ver eso... supongo que por lo complicada de la situación por eso no nos abrieron cuando tocamos

Chloe: ¿Así que usted era el que tocó? Lo siento mucho por usted, pero ya no dejan pasar a nadie no es por mala onda es que están hasta el tope, imaginase que ya estaba bastante copado antes de que llegaran refugiados

Ciprés: ¡Entonces deben estar hasta reventar! Pobre gente... ¡¿Pero los chicos están bien?!

Chloe: No lo sé, Sakura fue a consultar, pero no creo que le den una respuesta, tal vez tengamos para unas horas más hasta saber algo

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