𝐂𝐇𝐀𝐌𝐁𝐄𝐑

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Marcy Cazot, no recordaba cuando había sido la última vez que alguien la había llamado así, desde el día que se había unido al Protocolo Valorant la habían empezado a llamar Phi. La joven era una belleza latina, de hermoso cabello castaño que llegaba por debajo de sus orejas. Delgada con una piel tan blanca como la nieve, y suave como la seda. Aquella mirada dorada, tan brillante y dulce como la miel había enamorado a muchos a lo largo de su vida. Desconocía su paradero actual, solo sabía que estaba rodeada de personas iguales a ella. Había podido comprobar de primera mano el poder de los Radiantes, la avanzada tecnología de las técnicas y técnicos, además del hacker más misterioso del cuartel.

Procedente del país del tango y el asado, Argentina. Era una novedad su llegada. Su vocabulario era de gran interés entre los agentes, cada día aprendían nuevas palabras en especial a insultar con elegancia. Las dos de la mañana había llegado, su papel era similar a la de un hacker, más no llegaba a grandes cosas como Cypher. La taza de café recién servida se encontraba al costado de su laptop, no quería que el sueño la dominara. Su ropa era similar a un pijama, con un pantalón suelto y un buzo de color gris con la bandera de su país en pequeño cerca de su pecho derecho. Sus dedos se movían con gran velocidad, trataba de adentrarse en diferentes archivos para detectar un traslado de radianita ilegal en la ciudad de Francia, Paris.

Su concentración era enorme, apenas detectaba si alguien estaba cerca de ella. Se suponía que todos estarían durmiendo, más un joven francés la observaba desde las sombras con un sándwich en sus manos. Sabía que la joven argentina no había cenado, debido a su trabajo. Chamber, pasó su mano por el hombro de Phi, la cual se sobresaltó casi tirando la taza de café. Con el ceño fruncido, giró para encontrar al culpable de aquel sobresalto. Su rostro cambio, una sonrisa atravesó sus labios.

- Boludo, ¿Vos me queres matar del susto?-preguntó entre pequeñas risitas.

- Lo siento, Phi-dijo Chamber dejando el plato con el sándwich al lado de su taza-. Deberías comer, llevas horas, sentada frente a la computadora.

El estómago de la muchacha respondió antes de que ella pudiera hacerlo.

- Gracias.

- De nada-sonrió Chamber tomando una silla-. ¿Qué lograste averiguar?

Phi le dio un sorbo a su taza de café, acto seguido, movió su mouse para ver todos los datos recolectados.

- De momento, sé que el cargamento llegará a Paris en dos días-mencionó la joven comiendo un poco de su sándwich-. Más no he podido saber con exactitud por cuales calles pasaran con los camiones.

- Ya verás que podrás descifrarlo, eres capaz de eso y más-la motivó Chamber-. Pero creo que ahora no vendría mal, dormir.

Phi lo pensó un momento. Quería seguir con su investigación pero estar desde las once de la mañana hasta ahora frente a la computadora, la había agotado.

- Creo que el boliche se cerró-murmuró apagando su computadora mientras terminaba su cena-. Es hora de dormir.

- ¿Gusta que la acompañé mademoiselle?

El acento de Chamber le causaba gracia a la argentina, había aprendido algo de francés en este tiempo gracias a él. A veces necesitaba hablarle en su idioma materno para que no haya malos entendidos.

- Bien sûr Monsieur.

- Haz mejorado con tu francés-dijo orgulloso.

- Tengo el mejor maestro.

Ambos caminaron entre risas hasta el cuarto de la centinela, entre risas y halagos muy escondidos que alegraban el ambiente. Al llegar al cuarto de la joven, ambos se quedaron charlando un rato más. Parecía que ninguno quería descansar, sino disfrutar de la compañía del otro, más la hora de dormir había pasado hace mucho tiempo.

𝐑𝐄𝐓𝐀𝐊𝐄 | VALORANT [En Pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora