𝐑𝐄𝐓𝐀𝐊𝐄 | VALORANT [En Pausa]

𝐒𝐎𝐕𝐀

ᴘʟᴀʏ ɴᴏᴡ: WAITING FOR US ᵇʸ ˢᵗʳᵃʸ ᵏⁱᵈˢ

ᴰᵉᵈⁱᶜᵃᵗᵉ ᵗᵒ: Mademoiselle_Videl

Era una noche fría y lluviosa, Rusia estaba bañada en nieve, bajo un manto polar. Los llantos y gritos de una mujer se escuchaban en un hospital. Los enfermeros estresados intentando calmar su dolor, sabiendo que en pocos instantes vendría al mundo una nueva vida. Irina Smirnova, una mujer rusa de largo cabello castaño y hermosos ojos color miel, estaba de trabajo de parto. La mujer estaba acompañada por su marido Sasha Novikov, o conocido por diferentes agentes, Sova.

La pareja estaba esperando a su primera hija, luego de meses de espera el momento había llegado. Los nervios del hombre eran claros, no sabía como calmar a su pareja. A cada segundo que pasaba le dedicaba palabras de aliento, la llamaba por dulces apodos como << Amor, mi vida, corazón >> Pero por el contrario, Irina no podía evitar insultar y maldecir. Más de una vez le había dicho << Te odio ¡Cuando salgamos de aquí te haces la vasectomía! >> Debido a la situación Sova comprendía a su mujer, no podía imaginar el dolor que estaba pasando.

Los minutos pasaban hasta que la mujer entre un gran grito de dolor tomó la mano de Sasha apretándola de tal forma que logró generar una mueca de dolor en su pareja, e incluso consiguió hacerlo sangrar al clavar sus uñas sin querer.

El ruido de la sala fue acallado por el llanto de un bebé. Los ojos de Sova fueron en dirección a la partera quien tenía en brazos a su heredera. La pequeña lloraba, y lloraba, llamando a atención de sus padres. Los ojos de Sasha e Irina se cristalizaron, un sentimiento cálido invadió sus corazones. La castaña tomó a su bebe dejándolo en su pecho, mientras el rubio se acercaba depositando un beso en la frente de su esposa, dejando caer varias lagrimas de felicidad.

-Gracias, mi vida-murmuró.

Tras terminar con el parto, los enfermeros llevaron a Irina a una sala particular, la joven estaba agotada y necesitaba descansar. Los profesionales del área de la salud dejaron a la familia a solas, sabían que estos momentos eran íntimos. Irina, soltó un suspiro y se acomodó un poco mejor en la camilla, observando como el rubio tomaba en brazos a la pequeña.

-¿Cómo la llamaremos?-preguntó Irina con una leve sonrisa.

Sova desvió su vista por unos momentos hacía su mujer, regresando a la pequeña la cual le sostenía uno de sus dedos. Su corazón saltaba de alegría conforme pasaba más tiempo junto a la recién nacida.

-Elena-soltarón al unísono.

Un brillo de ilusión apareció en los ojos de ambos tras decir aquel nombre, claramente estaban conectados sin importar los años. Sova no se separaba de Irina, e Irina no se separaba de él. Así había sido desde el inicio, manteniendo encendida aquella chispa en todo momento. La mujer rusa pocos momentos después de intercambiar algunas palabras, terminó profundamente dormida. La pequeña Elena descansaba en los brazos de su padre, mientras este se sentaba en un sillón de la sala mirando al exterior por una ventana. La tormenta era intensa, gracias a la lluvia la nieve había comenzado a desaparecer. Las gotas golpeaban contra la ventana, logrando generar un suave sonido el cual logro que la hija del iniciador durmiera como su madre. Al instante de dejar a la pequeña en su cuna, un mensaje llegó al comunicador del agente. Era de parte de Sage.