Capítulo 5

148 26 15
                                    

– A ver– aclaró su garganta acomodándose mejor en el sillón de dos plazas– Te saliste de la escuela cuando aun tenias clases. Fuiste con tu amigo y el papá de éste a comprar trajes y vas llegando a las seis de la tarde a casa sin siquiera avisar para que el chofer no fuera por ti. Aparte nos estas pidiendo permiso para ir a una gala, después de lo que hiciste ¿Estoy en lo correcto?

Hoseok asintió con la cabeza agachada–Perdón. Olvide avisarles... Hyungwon me tomo por sorpresa. Entiendo que no merezco el permiso sino un castigo. 

Ozan y Mert se miraron por unos cortos segundos antes de asentir al mismo tiempo. 

– Tienes nuestro permiso–dijo Mert orgulloso por su sensata respuesta

– ¿¡Qué!? ¿No estoy castigado? Me escape de la escuela y tampoco asistí a mis clases extracurriculares 

El abogado penal movió su mano restándole importancia–Eres demasiado bueno, nunca has hecho ninguna travesura. Jamás nos llaman de la escuela por problemas. Pasas todo el día aquí. El dichoso Hyungwon es tu primer amigo en años, por supuesto que te vamos a dar permiso. 

Mert afirmó de acuerdo con las palabras de su esposo. 

–Nuestras carreras nos permiten controlar el estado civil de las personas– sonrió recibiendo la taza de café que la mucama le daba– Tu papá es penalista y yo de lo familiar.  Tu papá esta listo para prepara las estrategias que te mantendrán con inocencia dentro del juzgado y yo voy a defender los intereses de tus hijos y de ti cuando te divorcies. Pero al paso que vas.... será innecesaria nuestra ayuda 

–Son mis padres– murmuró intercalando su mirada en las dos personas que sonreían– ¿Por qué querían que yo hiciera algo malo?

– ¿Por qué no?– contratacó Ozan

– ¡Papá!

– ¿Qué?– encogió sus hombros poniéndose de pie– Vamos cariño, tienes que comer algo antes de ir a la fiesta 

Hoseok se puso de pie aun confuso por la lógica de sus padres. Hasta donde él sabía los padres siempre quieren tener buenos hijos, con modales, valores, que respeten todas las leyes y normas, pero sus padres no. Ellos incluso se indignaban porque no hacía nada malo. 

 

Después de comer y recibir muchas sugerencias por parte de su papá sobre los posibles delitos que podía cometer y de escuchar las miles de defensas que implementaría para evitar que estuviera tras las rejas, se marchó a su habitación. Se dio un buen baño pensando las posibilidades de quedarse en casa y no ir con Hyungwon. Sus excusas no eran muy buenas, aun así no quería ir y que el padre de Hyungwon lo mirara con desprecio. 

–¿Todo bien en esa cabecita?

Ozan asomaba su cabeza por la puerta con una ceja enarcada. El rubio asintió levemente dándole un permiso silencioso a su papá para que entrara y le hiciera compañía.

 –No se si deba ir... 

–¿Qué tiene de malo? ¿Estás nervioso? 

–  El padre de Hyungwon no parece amigable ni contento porque yo los acompañe–susurró jugando con sus pulgares

El mayor resopló acostándose a lo largo en la gran cama de sabanas negras. Apoyó su cabeza en sus brazos cruzados fijando la mirada en un punto ciego del techo. 

–Chae Kiral no le agrada nadie... ni su propia familia

– ¿Cómo sabes el nombre de su padre?–preguntó sorprendido 

– Tu padre lo conoce o bueno a su esposa– explicó jalando a su hijo para que se acostara junto a él– Además no hay muchos Chae en Estambul. Mert llevó el caso de Yildrim hace años y cada dos meses se reúnen para  actualizar los términos 

Protegiendo a mi león 🦁 2WONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora