Capítulo 3

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–Ja. Yo sabia que ese matrimonio no iba a durar–señaló con el tenedor la pantalla del televisor–El señor le lleva como treinta años de diferencia y la mujer es una coqueta. A mi se me ofreció pero yo soy un niño... aunque si se trata de Hoseok ~ soy todo un hombre

–¿Con quién hablas mi amor?–preguntó la modelo saliendo de la cocina con una taza de café en sus manos

–Con nadie mami. Estoy comentando el articulo de la señorita Kader que se divorcio del amigo de Chae. 

La modelo asintió caminando hacia él. Frunció el ceño cuando vio a su hijo en pijama echado a lo largo del sillón con un gran tazón de frutas picadas. Miró el reloj que yacía sobre la televisión, según sus cálculos faltaban veinte minutos para que el menor entrara a clases. 

–Mi amor... 

–Hey–respondió sin mirarla

–¿No vas a ir al colegio?

Hyungwon la miró como si fuera un bicho raro. Lo más probable era que no recordaba que ahora asistía a un colegio y no recibía clases desde la casa. 

–Amor, el colegio. ¿Dónde ves a tu chico?–movió su mano en círculos incitándolo a que hiciera funcionar su cerebrito

–¡DEMONIOS, LA ESCUELA!

De un salto se levantó  del sofá tirando las frutas en el proceso. Corrió agradeciendo lo largas que eran sus piernas. Tomó el baño más corto de su vida, en otros casos lo hubiera salteado pero no estaba en posición de llegar oloroso junto a su fututo esposo. En menos de diez minutos ya estaba bajando las escaleras aun con el cabello mojado y el uniforme a medio poner. 

–YA ME VOY–gritó corriendo al estacionamiento donde por fortuna ya lo espera el chofer.

–Buenos días señorito Chae–saludo el empleado abriéndole la puerta

–Buenos días. Pícale que llegó tarde–entró buscando la secadora portátil por toda la camioneta–Alá ¿Por qué me hiciste tan olvidadizo? 


{.....}


Hoseok resopló mirando la entrada. Faltaban dos minutos para la primera clase y el chico extraño aún no venia. Había logrado librarse de Yoongi y sus amigos porque se escondió detrás de una pared cuando lo vio llegar, más nada le aseguraba que no lo esperaban adentro.

Dio media vuelta emprendiendo su camino hacia el edificio hasta que unos acelerados pasos llamaron su atención. Giró encontrándose con el delgado de cabello bicolor, corriendo desesperado hasta él.

–Hola bombón–dijo frenando y haciendo una pose de modelo–Ya llegó el dueño de tu corazón 

–H-hola–susurró bajando la mirada

–¡Por alá! Eres tan lindo–exclamó emocionado apretando las mejillas del mayor–Te comería a besos pero nuestro primer beso tiene que ser especial y un tanto cliché. Así son las reglas, bebé

–¿Q-qué?–alzó su vista sonrojado hasta las orejas

–Shh–puso un dedo sobre sus labios–No me hagas decir mis planes o ya no serán sorpresa. Vamos

El rubio asintió retomando su camino. La cálida mano del menor lo sorprendió, los delgados y largos dedos estaban enredados con los suyos, cortos, blanquitos y regordetes. Sonrió observando la unión de sus manos. 

–Se me hizo tarde–el delgado rompió el silencio recorriendo los pasillos–Me distraje viendo un programa de chismes. ¿Sabías que le embajador de Turquía se va a divorciar porque su esposa lo engañó?

Protegiendo a mi león 🦁 2WONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora