Capítulo 16

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Abrió sus ojos sintiendo los primeros rayos del día caer en su cara. Reconoció su habitación, al menos ya no estaba en el sótano con ese loco amenazándolo con la pistola ni en un hospital, pero tampoco estaba con Hoseok. Un poco desorientado miró a todos lados sin poder mover su cabeza. Empezó a preocuparse, no sentía ninguna de sus extremidades, era como si estuviera flotando en el aire. Intentó alzar un brazo, mover un dedo, girar la cabeza pero todo era en vano. No tenía movilidad. 

—Ma-mamá —murmuró desesperándose por su condición. 

Como un regalo del cielo, Songül entró con una bandeja sonriéndole con ternura. 

—Hola mi niño ¿Cómo te sientes?

—Ese es el problema... no siento nada —dijo con tristeza. —¿Por qué no puedo moverme? 

Songül ignoró la pregunta dejando el desayuno en la mesa. Revisó la bolsa del suero y al ver que todo estaba en orden, se acercó al menor. 

—Estaba muy asustada —dijo sentándose junto a él. Colocó una almohada detrás de la pequeña cabeza y con algo de esfuerzo logró sentarlo. —Creí que nunca más te volvería a ver... fueron las peores horas de mi vida. 

—Tuve miedo —admitió mordiendo su labio inferior. —No de mí, sino de dejarte sola y a Hoseok en peligro. 

—Eres muy valiente, bebé —susurró acariciando las mejillas redonditas. 

—¿Por qué no puedo moverme? —repitió.

La modelo suspiró peinando el desordenado flequillo. 

—El analgésico que te dio ese idiota es muy fuerte —dijo con un hilo de voz. —Pudiste morir ahí mismo, pero afortunadamente los doctores te dieron el antídoto a tiempo. Sin embargo, te tomará varios días recuperar la sensibilidad y movilidad. 

Won chasqueó la lengua. 

—Soy un inútil —se quejó. —Si me iba a dejar así... ¿Por qué no me mató? Así nos ahorramos esta molestia. 

—¡CHAE HYUNGWON! No vuelvas a decir eso. 

—Lo siento pero no es fácil despertar y enterarte que no puedes ni mover el dedo meñique —dijo con un puchero. —¡Esto apesta!

Dicho esto, Won rompió en llanto destrozando el corazón de su madre. Songül sabía que su hijo era valiente pero por mucho que se hiciera fuerte ante una pelea con Kiral o que no se dejara intimidar por Khan, seguía sido un chico con miedos y debilidades. El estar paralizado parecía ser uno de sus peores miedos pues desde muy pequeño ha sido muy activo hablando hasta por los codos, jugando, corriendo, riendo, haciendo de todo sin quedarse quieto. Lo abrazó llenando sus mejillas de besos mientras le hacía piojitos en la cabeza.

—No llores mi amor, todo va estar bien —susurró la modelo. —Solo serán unos días y después volverás a ser el mismo chico intrépido.

—¿Co-cómo esta Seokkie? ¿L-lo lastimó? —preguntó después de un rato. 

—Él salió ileso. 

Won asintió con una sonrisa. —¿Dónde esta?

—Ah. Pues ... Tu padre le prohibió visitarte —mordió su labio inferior preparándose para el berrinche del menor. 

—¿¡Qué!? ¿¡Con qué derecho le prohíbe tal cosa!? Él ni siquiera vive aquí, simplemente no tiene voz en ésta casa.

—Pero es tu padre y él....

—ÉL NO ES MI PADRE —exclamó furioso. —Nunca lo ha sido y ahora no puede venir a decidir por mí. 

Songül frunció el ceño levantándose para ir por el desayuno de Won. 

Protegiendo a mi león 🦁 2WONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora