Capítulo 18

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El día era perfecto para salir con su novio. Si bien era lunes, nada le impedía crear un bonito recuerdo con su pareja. Un año lejos de él bastaba para anhelar estar a su lado las veinticuatro horas del día los trescientos cincuenta y cinco días del año. Con la chamarra en mano, una cámara con dos rollos, las tarjetas de crédito y las llaves de su nueva motocicleta, salió de la mansión Chae en dirección a la casa de Hoseok.

Al llegar se llevó una muy amarga noticia que casi le saca las lágrimas.

—Hoseok está en la universidad.

La encargada de la limpieza le había dado la peor noticia en lo que iba del día. Todas sus ilusiones se cayeron en segundos. Fue tan ingenuo al pensar que su novio estaría libre para él, ni siquiera tomó en cuenta la posibilidad de que Hoseok estuviera estudiando.

—¿Dónde puedo encontrarlo? —resopló metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón.

—El joven no vive aquí —dijo con nostalgia. —Desde que inició la universidad se mudó a los dormitorios del campus.

—Maldición.

Si pensaba que las cosas no podían empeorar se equivocaba. La señora le dio la dirección del campus pero al consultarlo con el GPS descubrió que estaba a una hora de su ubicación actual y ¡Hoseok no respondía el teléfono!.

—¿Qué haría Coco Chanel en mi lugar?

La brisa del mar le estaba ayudando a tranquilizar sus nervios reduciendo las ganas de llorar y gritar como loco por todas las calles de Estambul.

—Señora —llamó a la mujer con quién compartía banca.

—Dime —sonrió quitándose los lentes.

—¿Usted se ha enamorado? —preguntó ladeando la cabeza.

La mujer entrecerró los ojos y se puso a pensar por varios segundos. Sonrió y asintió.

—Si, pero no de mi esposo —dijo con una risita.

—Ah. Está casada.

—Así es —comentó sin borrar su sonrisa. —¿Problemas con el ser amado?

Won miró hacia el mar lanzando una piedra que rebotó dos veces hundiéndose al final.

—Más o menos —suspiró bajando la cabeza.

—¿Te gustaría contarme?

Encogió los hombros acomodándose mejor en la banca.

—Mis abuelos me alejaron de mi novio por todo un año. Hace apenas unos días volví —frunció los labios. —y ahora que quiero estar con él.... Me doy con que está en la universidad a una hora de aquí.

—¿Cuál es el problema?

Hyungwon resopló señalando su moto. —Tengo maneras de ir pero no sé con qué me encontraré allá. Mi novio no responde mis llamadas ni mensajes.

—No pierdes nada con intentar. ¿Qué tal que tu chico esté esperando por ti? —habló sugerente. —A lo mejor está extrañándote y tu aquí dudando.

—¿Usted cree?

—Cariño —habló cogiendo la mano de Won. —La vida es un riesgo. No podemos quedarnos con el si hubiera hecho esto...

—Mi conejito no puede cambiarme —exclamó con seguridad.

La mayor asintió. —Ve por él, cariño.

—¡Si! Lo voy a llenar de besos —se levantó de un salto recogiendo su chamarra.

—Ve y dale su zanahoria a ese conejo —la mujer le guiñó un ojo y Wonnie se sonrojó.

Protegiendo a mi león 🦁 2WONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora