capítulo 4.

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POV Juliana.

Después que se fueran los Cullen a recolectar más testigos, intentaba aprovechar la privacidad con mis hermosas compañeras, los que no trae al ahora donde Irina me secuestro.

Estaba sentada en el sofá con Irina en mi regazo, ella besándome de manera muy posesiva.

-Irina ya calmate, nosotras también queremos pasar tiempo con ella- le dice Tanya de manera sería, a su lado está Kate.

-No quiero, después de lo de Laurent creí que estaría sola- le responde y yo sin contenerlo gruñó al escuchar un nombre desconocido, ¿Quién mierdas era laurenzo?

Las tres voltean a verme, Irina se inclina para poner su cabeza en mi cuello y ronronear intentando calmarme, cosa que logra, siento como Tanya y Kate se sientan a mis lados.

-¿Se puede saber quién es Laurenzo amor?- ante todo la educación.

-Era mi ex pareja, fue asesinado por los lobos por intentar agredir a Bella mi amor- responde con un tono un poco melancólico, pero sé que solo fue alguien de su pasado que la hizo feliz en su momento, lo sé por sus pensamientos.

-Lamento mucho tu pérdida amor, sabes que me tienes aquí para contarme y para lo que necesites mi rubia- le respondo de forma calmada, puede que como vampira mis instintos posesivos sean altos con mis parejas, pero no soy una insensible que no entiende, de todas manera el fue su pasado.

Ellas se sorprende por mi calma con el asunto.

-Gracias mi amor- dice Irina mirándome con amor y sonriendo.

La amo, las amo a las tres, diablos. De un momento a otro Kate empuja a Irina para ella sentarse en mi piernas mientras Tanya se ríe.

-Eres perfecta para nosotras, pero admito que tu lado posesivo y dominante es sexy- dice de forma sugerente mientras muerde su labio. ¿Soy yo o hace calor? Pero no ese calor que nos mata, sino uno satisfactorio, ¿O me volví masoquista?

-Bueno amor mío, todo dependerá de la situación- respondí mientras le sonreía coquetamente.

Irina se levanto mirando mal a su hermana mientras se sentaba a mi lado, le di un beso en su mejilla y dejó de mirar a Kate así, voltee al otro lado para darle uno a Tanya. Estuvimos viendo películas un rato.

Más tarde ese día.

Estaba esperando que me contestaran la llamada, me encontraba en un balcón de la casa.

-¿Que?- respondieron al otro lado haciendome gruñir del enojo.

-¿Cómo te atreves a hablarme así cagapatio de mierda?- respondí con voz furiosa, la necesitaba para lograr lo que quiero, escuché como trago parte de su ponzoña lo que me hizo reír internamente.

-Madre, lo lamento tanto, no me di cuenta que eras tu- respondió con voz un poco temblorosa.

-Quiero esas malditas disculpas de frente Amun, estoy en casa de Carlisle, te quiero a ti y tu clan aquí mañana- dije tratando de sonar furiosa por si insolencia, aprendan señoritas, siempre manipuladora nunca inmanipuladora. Sabía que si no hacía esto el no vendría con el pequeño Cullen y yo tenía que intimidarlo un poco.

-Si madre, estaremos allá- respondio, corte la llamada con una sonrisa pequeña. Tiene que dejar de ser miedoso ese muchacho.

Sentí a Irina abrazarme por detrás mientras daba pequeños besos en mi cuello.

-Me impresionó que fueras madre de Carlisle, pero ahora resulta que también de Amun, ¿Cuantos hijos tienes amor?- me pregunto sin dejar de dar besos.

-Solo ellos dos, son los únicos hijos que tendré, aunque uno sea un poco idiota- respondí como pude, escuché su risa y la sentí en mi cuello lo cual me hizo tener escalofríos, dios está mujer me matará. Ella noto lo que provocó.

-Tenemos que aprovechar el tiempo en algo más productivo- dijo para seguir besando mi cuello y apretar mis caderas, yo jadee sin poder evitarlo, claro que aprovecharíamos el tiempo.

Me voltee y con rapidez la puse contra la pared, empezé a devorar su cuello mientras la escuchaba gemir de sorpresa. Bueno yo no soy la sumisa aquí señoritas.

Metí mis manos bajo su blusa, ella enredo sus manos en mi cabello mientras me presionaba más contra su cuello. Pero me detuve de manera abrupta mientras gruñía de disgusto y Irina se quejaba.

-Lo siento mi hermosa rubia pero tenemos visitas, prometo compensarte- dije para después besarla.

Había olido a vampiros acercándose, Irina estaba un poco de mal humor, ok muy de mal humor pero no me soltó cuando bajamos para recibir a los visitantes.

Nos presentamos y les dije de las reglas de no cazar humanos en la zona, no queremos problemas.

Solo espero que esto termine rápido, adiós amada privacidad.










La perdición de la PrincesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora