capítulo 25.

2.3K 222 5
                                    




POV Juliana.

-¿Aún puedo salir corriendo?- pregunté nerviosa.

-Si quieres tener a tus tres mujeres persiguiendo te furiosa, adelante- dijo Rose riendo.

La mire mal, ella y Alice estaban ayudándome a arreglarme, mis nerviosa estaban al límite, dentro de poco me caso con mis compañeras posesivas, celosas y hermosa. Que Dios me cuide después que diga aceptó. De paso acepte tener escuincles, demonios si que me quieren amarrar.

-Soy un alma libre, necesito libertad- dije desesperada mirando a las chicas.

-¡CIERRA LA BOCA MORTERO!- Escuche tres gritos furiosos de mis mujeres.

-Solo a ti se te ocurre decir eso sabiendo que tus rubias están a dos habitaciones de aquí- dije Alice negando con la cabeza.

-Yo solo decia- dije como perro regañado.

-Mas te vale llegar al altar o voy a desmembrar te- escuché decir a Irina y tragué duro.

-Si amorcito, solo son los nervios de novia ya sabes- dije riendo nerviosa.

Escuché a Rosaline reír y Alice sonreía divertida, bufé indignada y le apresure para terminarme de arreglar, una vez lista estaba frente al espero y demonios estoy buena.

-Estas hermosa- dijo Rose sonriendo.

-Por supuesto que sí, yo lo elegí - dice Alice orgullosa.

Escuchamos como tocan la puerta, Carlisle venía entrando, quedó paralizado al verme, el me entregaría ya que ganó una apuesta que hizo con Amun, niños.

-Estas hermosa madre, me siento afortunado de tener el honor de entregarte en el altar a tus compañeras- dijo sonriendo, le correspondi la sonrisa.

-Gracias mi pequeño Cullen, ahora vamos a salir ya sino queremos que mis fieras se alteren- respondí.

Tome el brazo de mi pequeño y salimos, al llegar a las puertas podía escuchar el alboroto de todos, sería la primera en salir, esperaría a mis prometidas, la música empezó a sonar y la puertas se abrieron, mire al rededor y malditasea no me arrepiento de todo lo que nos hizo pasar Alice, es perfecto.

Nuestros amigos y familia estaban aquí, eso me hacía sentir mucho mejor y ver tantos rostros conocidos me daba tranquilidad, cuando llegamos al final Carlisle con Amun y los niños Cullen se colocaron de mi lado, vi como las puertas se abrían y entraban las damas de honor, las chicas Cullen, vi como venías mis rubias y sentí que el aire se me iba, si fuera humana me daría un infarto, mis ojos no tardaron en soltar lágrimas al verlas tan hermosas, la sonrisa que tengo no me la quitaría nadie, ellas son perfectas, cuando llegaron a mi, mi corazón estaba que salía de mi pechos.

-Dios pero que hermosas- dije aún mirándolas con adoración.

Ella sonrieron felices por el efecto que tienen en mi, me matan. Volteamos a ver al padre y empezó su discurso, no paraba de mirar a mis chicas cada vez que podía, son tan hermosa y ya casi son mis esposas.

Cuando llegó la hora de los votos, sabía que tenía que hacerlo bien pero muy a mi manera. Mis rubias empezaron primero.

-Cuando te vi por primera vez pensé que eras la mujer más sexy de todas y no estaba equivocada, eres sexy- dijo Kate haciéndonos reír- Pero también eres una mujer maravillosa, jamás pensé que mi compañera también sería mi cómplice en bromas y juegos, contigo tengo una conexión única y cada día es una nueva aventura para hacer alguna maldad- sonreí con lágrimas corriendo por mis mejillas- Te amo y sé que lo haré por la eternidad, más que ser mi compañera, eres mi mejor amiga y todo lo que necesito para ser feliz la eternidad entera.

-Pense que seria un desastre en compartír a mi compañera con mis hermanas, pero tú eres tan asombrosa que sabes cómo hacernos felices a las tres, solo sacas ese lado tierno y sensible que no muestro ante los demás- dijo Irina sonriendo- sacas ese lado infantil, juguetón y cariñoso de mi, eres todo lo que necesito para estar completamente feliz, tu presencia me calma y tú ausencia me altera, solo tú sabes cómo aplacar mi carácter, valió la pena esperar más de un milenio por ti.

-Te amo, siempre te amaré y lo sabes, eres la razón pos la cual existimos, nos haz dado tanto en tan poco tiempo que no parece real- dice Tanya y yo estoy hecha un desastre- Tantos años esperándote para que resultará ser mucho más de lo que soñaba, eres todo lo que quiero y incluso lo que no sabía que quería, todo de ti me vuelve loca y estoy más que segura de que nuestra eternidad será demasiado hermosa.

-Rayos eso es difícil de superar- dije riendo un poco y escuche a los demás- Hace años pensaba que el vampiro que me convirtió solo me condenó a una vida miserable, estuve sola por tanto tiempo que ya no sabía si quería seguir, todo por lo que vivía había muerto muchos años atrás, siempre fui un caparazón vacío sin sentido alguno, sin saber que haría existiendo una eternidad sola, pero entonces las conocí, me sentí eufórica y completa, ese vacío se fue en el momento en vi sus hermosos ojos, podía sentir la vida recorrer mi cuerpo de nuevo aunque suene irónico, este cuerpo de mármol se volvió gelatina en sus brazos la primera vez que me sostuvieron, encontré lo que pensé que jamas encontraría, no un tesoro o un lugar, solo tres hermosas mujeres que me hicieron volver a tener una razón para continuar.

Termine de hablar y mis rubias estaban conmovidas, nos acercaron los anillos y el padre termino de decir lo correspondiente. No escuché nada el absoluto solo cuando dijo.

-Ahora pueden besarse- dijo terminado.

-No se diga más- dije para besar a Tanya, luego a Irina y luego Kate.

Después de las felicitaciones fuimos al area de la fiesta, todos disfrutaban y yo solo estaba mirando a cada persona de mi familia, a mis hijos, a sus hijos, a las embarazadas, a la híbrida, incluso al Edwin, pero sobre todo a mis esposas, ellas sonreían felices disfrutando de la fiesta, Irina me volteó a ver al sentir mi mirada y me sonrió, yo correspondi.

Kate apareció abrazándome por detrás y yo me recosté en ella. Mis otras chicas se acercaron.

-Creo que es hora de ir a nuestra luna de miel- dijo en mi oído Kate ocasionando que me estremezca.

-Si, tenemos algunos bebés que crear- dijo Tanya ronroneando.

-Sera mejor que nos vayamos despidiendo- dijo Irina mirándome con sus ojos negros y intensos.

Vi a Tanya y Kate, ambas tenían sus ojos negros igual a su hermana.

-Bueno soy una mujer de palabra, así que andando- dije para levantarme y nos fuimos a despedir.

Será una luna de miel muy larga.

La perdición de la PrincesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora