capítulo 19.

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Nota importante: les estoy dando este cap antes de que el anterior llegue a la meta de votos porque me dio la gana jajajajaj y para avisarles que acabo de publicar el primer capítulo de la historia con Leah Clearwater llamada "Soy solo tuya", espero que la vean y les guste:3. Para el próximo cap será igual 40 votos. Adiós manzanas nada sanas:3





POV Juliana.

Los Cullen no tardarían en llegar, podía ser en cualquier momento, admito que estoy muy emocionada y nerviosa por verlos. Emocionada por ver a mi hijo y mis nietos, y nerviosa por las reacciones de las chicas por mí don. Lo acepto Rose da miedito, pero más mis rubias, gracias a los dioses ella estaban más que felices.

Estaba en la cocina molestando a Carmen para que me diera una de las deliciosas galletas que estaba cocinando.

-Dale Carmen solo una- dije haciendo berrinche como niña pequeña.

-He dicho que aún no Juliana, ahora deja de molestar- dice regañandome, eso me ofendió, pude escuchar la risa de Kate en la sala.

-Asi se habla Carmen, no le des nada- dice Kate aún riendo.

-Ok, primero yo soy mayor que todos como para que Carmencita preciosa me regañe- dije viendo a Carmen con una ceja alzada y ella rodo los ojos- segundo soy la única que come comida humana en esta casa y es ilógico que no quiera darme- dije aún mirándola y Carmen bajo la vista apenada- y tercero, esta es para ti Kate, si vuelves a burlarte de tu mujer te quedas si sexo por un mes- sentencie con voz sería.

Escuché el grito indignado de Kate y las risas de mis otras chicas, Kate apareció en la cocina con rapidez.

-¿ Carmen puedes darles galletas a mi bebé, por favor?- pregunto Kate haciendo pucheros.

Carmen me dio galletas y yo sonreí victoriosa, que lindo es tener la razón y el control.

-¿Ya mi bebé está feliz? ¿No me dejaras sin sexo, verdad?- pregunto Kate, asentí a la primera pregunta mientras comía y niego a la segunda haciendo que ella respire aliviada, socubo tenía que ser.

Le di un beso y ella ronroneo, cuando nos separamos ella fue a jugar videojuegos de nuevo. Había dejado el juego tirado cuando salió a relucir la abstinencia.

-Bueno, se nota que cuando es necesario sabes controlarlas Juli - dice Carmen sonriendo me divertida.

-Todo es dependiendo del momento mi querida Carmen - dije sonriendo orgullosa.

Escuché como unos autos se acercaban con rapidez, los Cullen habían llegado.

-cuando terminen de llegar los Cullen les tengo una linda sorpresa mi querida Carmen - le dije y ella me miró confundida pero asintió.

Termine de comer mis galletas mientras los Denali salían a saludar a los Cullen. Apenas termine corrí a la puerta, salí y me abalancé sobre mi pequeño Cullen, lo extrañaba mucho.

-Tambien me hacías falta madre- dijo abrazándome igual de fuerte.

-Sigues igual de guapo que siempre, es obvio teniéndome a mi como madre- dije cuando me separé y escuche su risa dándome la razón.

Saludé a los demás Cullen, aunque ignore a pelo de escoba por completo, Reneesme estaba enorme, ya aparentaba unos 13 años pero aún así se lanzó sobre mi para que la cargará, yo reí y entre a la casa con ella como koala.

Los demás nos seguían, una vez instalados todos empezamos a hablar para ponernos al día, mis mujeres estaban a mis lados y la pequeña híbrida en mis piernas contándome sus aventuras en la reserva, ella estaba tan adorable hablándome de cosas nuevas que aprendió y yo solo la miraba atenta, quiero hijos malditasea. Pero eso será después.

Una vez que todos estábamos al día de lo que habíamos hecho estos meses, incluyendo el hecho de que con mis rubias complete el vínculo y Emmett aprovecho para bromear sobre eso. Decidí que era hora de hablar sobre mi don y los beneficios que traía para tres personas en la sala especialmente.

-Le dije a Carmen cuando llegaron que tenía algo que decirles, no sabía que esto podía ayudar a integrantes de nuestra familia hasta hace poco que mis rubias me lo dijeron- dije haciendo que todos me mirarán y prestarán atención, con curiosidad, el Edwin intento leerme y yo lo mire mal- no moleste palo de escoba andante- dije irritada, mis rubias le gruñeron y el bajo la mirada apenado.

- Como decía, ustedes saben que tengo varios dones gracias a mí don principal que es el espejo, hace algunos siglos conocí a una mujer, ella tenía un don muy interesante, aunque inservible para ella ya que no le gustaba- dije contando un poco sobre eso- era irónico como una mujer podía tener el don de la fertilidad, pero lo que menos le gustaban eran los niños- dije riendo un poco, vi como Rose abrió los ojos como platos.

-¿Don de la fertilidad?- pregunto Rosaline.

-Si Rose, copié ese don de ella apenas la conocí, no lo dude, ella no veía el valor que tenía para los demás vampiros, puedo hacer que mis parejas, yo o otros vampiros puedan procrear- dije y ella sonrió emocionada, Carmen y Esme estaban aún sin poder procesar todo. Vi como Rose se le fue la sonrisa y luego me miro feo.

-¿Por qué no me habías dicho antes?- pregunto con voz molesta.

-Bueno en mi defensa yo no sabía que querían tener hijos- dije mirando a las tres.

Rose se calmó y empezaron a preguntar más sobre cómo funcionaba mí don, sobre que era lo necesario para empezar con el proceso del embarazo, pero tuve que detenerlas un momento.

-No podemos empezar con sus embarazos aún- dije con pena.

-¿Por qué?- pregunto Esme incrédula.

-Bueno digamos que tengo a alguien que está amenazando a mi familia, no se quién es y no quiero que las lastime si están embarazadas, por eso aún no embarazo a mis mujeres- dije con voz inocente y sentí tres golpes al decir lo último.

-No te daremos hijos hasta que nos casemos Montero- dice Tanya sería y yo asentí con un puchero.

-¿Amenazando? ¿Quién?- pregunta mi pequeño Cullen preocupado.

-Como ya dije aún no lo sé, pero lo que si sé es que aparecerá pronto cuando se canse de jugar a las escondidas, más cuando solo lo he ignorado- dije encogiendome de hombros.

Las chicas habían entendido los motivos y aceptaron iniciar los embarazos después que esto se solucione.

La perdición de la PrincesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora