M. M. A

Capítulo 22

Recogí los pétalos de lila que estaban cerca de mis dedos.  Los pétalos caídos empapados en agua eran bonitos.

Los miré en silencio, luego incliné la cabeza.

Nadie sabe ahora que me gusta el aroma de las lilas.

"Es realmente extraño".

Pero la persona a quien preguntar no volvió pronto.

Después de juguetear con los pétalos con la punta de los dedos, pronto lo entendí.

Debo haberlo oído mal.

Tal vez Jenna dijo algo así, "creo que me gustaría este aroma".  No ha oído que me gusta este olor.

Ese tenía mucho más sentido.  Mis gustos que nadie conoce, donde y de quien.

"Ah.  En serio, no puedo mantener mi mente divagando así”.

Condenándome a mí misma, me sumergí hasta la punta de la cabeza en el agua que retumbaba bajo mis hombros.

Levanté las rodillas y las abracé con ambos brazos, apoyándome en las rodillas y cerrando los ojos.

Era cálido y cómodo.  Sentí como si hubiera entrado en el líquido amniótico de mi madre.

Vaya, cuando exhalé, burbujas burbujeantes salieron de mi boca.  Sin darme cuenta, me reí a carcajadas.

La razón por la que salí del agua después de estar sumergido durante mucho tiempo fue por la llamada ansiosa de Jenna, que acababa de regresar.

"¿Señorita?  ¡Señorita!"

Miré hacia donde surgía la voz de Jenna, preocupada de que me equivocara, y vi a Jenna regresar al cuarto con varios productos de baño en la mano.

“El agua está tibia, um, mi cara está fría”.

Jenna no pudo responder a mis extrañas excusas.

"Ah...  …  .”

Pero después de un momento de incómodo silencio, me preguntó con cuidado.

"¿Puedo lavarte?"

“…  …  .”

Quería decir que no porque era una carga, pero cuando vi la cara de Jenna, que estaba endurecida por la responsabilidad,o boca no se abrió.

Finalmente, cuando el agua se enfrió, Jenna me sirvió torpemente y me lavó.

El tiempo en el baño caliente no solo derritió el cuerpo.  Mi corazón, que se había endurecido por tanta tensión, se derritió.  Como si nada se hubiera hecho todavía, como si ya se hubiera hecho.

'No se puede lanzar así'.

A pesar de que estaba preocupada, no podía quitarme el consuelo que no había probado en mucho tiempo.

* * *

Después de bañarme, cuando salí, la ropa fea que llevaba puesta ya no estaba.

¿Que deberia vestir?  No creo que tenga que salir con un albornoz así, ¿verdad?

"¡Hola!  ¿Donde esta mi ropa?"

“La ropa ahora se lleva a la lavandería”.

"Oh…  …  .”

Entonces, ¿qué debo usar?

Jenna me ofreció algo, incapaz de seguir hablando avergonzada.

"Por favor, cámbiate a esta ropa".