M. M. A

Capítulo 86

Madame Proust pensó que había oído mal.

No hay forma de que el duque de Thordel no pueda decirle algo tan vergonzoso a alguien más, ¿verdad?

Tal, que solo una persona que ha perdido los brazos por no poder enamorarse puede decir algo...  …  .

“Entonces, no te preocupes por el presupuesto, hagámoslo lo más hermoso.  Sea lo que sea, le sentará bien a mi esposa."

…  …  había.

Madame Proust reflexionaba en silencio sobre las palabras que acababa de escuchar, luego se despertó con retraso ante la mirada del duque de Thordel, que no decía nada.

“…  …  También he oído hablar de la belleza de la duquesa, pero ¿no sería mejor si pudiera preservar la belleza de la duquesa aún mejor?"

“…  …  .”

“Además, la moda de los vestidos pasa rápido, así que si los haces con anticipación, tienes que estar en tu armario hasta la próxima moda”.

Las cejas de Aslan se fruncieron ante la explicación de Madame Proust.

"Entiendo.  Pero por alguna razón, no puedo llamarte de inmediato.  Pero necesito un vestido.

Después de toda esta persuasión, no cambió de opinión, por lo que Madame Proust no pudo hacer nada más.

Madame Proust estaba orgullosa de su trabajo, haciendo que los vestidos que se ajustaban a quien los usaba fueran una especie de arte.

“Lo siento, pero esa solicitud es de otro vestidor—”

"Pagas por adelantado".

Fue por curiosidad que comprobó la cantidad de dinero que el duque Thordel le había ofrecido.

La mayor negativa del país es la curiosidad de cuánto dinero gastar por la esposa que ama.

Hay un dicho que dice que la curiosidad mata al gato.

"¡Eh!"

El diseñador, que comprobó la cantidad por curiosidad, dobló cuidadosamente sus creencias.
Era demasiado dinero para rechazarlo.

No es una cantidad que tendrá que ganar durante su vida, pero al menos es comparable a lo que ganará este año.  Quizás la cantidad de dinero que el duque de Thordel ha dado ahora es mayor que el dinero que ganó con trabajo duro y sudor este año.

“¿Cuánto tiempo puedo prepararme?”

Madame Proust prometió esforzarse tanto como todos los otros vestidos que haría este año juntos.

Además, Madame Proust trató de entender el horario irrazonable del duque.

Como pagué esta cantidad, pude aceptarlos generosamente incluso con un plazo ajustado.

"¿Puedes completarlo para la última semana de mayo?"

Así que Madame Proust se sorprendió por el generoso plazo.

"Sí, es posible."

"Luego luego."

A partir de ese día, Madame Proust se dedicó a confeccionar vestidos para la duquesa de Thordel.

Al principio, estaba perdido porque no estaba familiarizado con el proceso diferente al método de producción existente.

Sin embargo, era la primera vez que hacía el vestido que quería hacer sin preocuparme por el presupuesto, así que después de acostumbrarme al nuevo método de trabajo, felizmente hice el vestido.