El Emperador de Hielo 2 ¨Todo está destinado¨

Capítulo 24: Recuerdos del corazón

Hola de nuevo, mis bellos lectores, este es el capítulo final y de esta forma sin más preámbulos despedimos a mi preciado Emperador de Hielo, estoy feliz, se culmina un periodo de mi vida, esta historia me acompañó desde la adolescencia y luego de tantos años por fin pude terminarla, tengo muchos sentimientos encontrados, espero que les guste, lo escribí con todo mi corazón, les mando de acá de Chile muchos abrazos y gracias por haberme acompañado en esta aventura, gracias por su apoyo y su amor, en serio los valoro, todos sus mensajitos me dieron la inspiración para terminar esta hermosa historia, en serio estaré eternamente agradecida con cada uno de ustedes (≧◡≦) ♡ <(＿ ＿)>

Gracias por todo y estaré esperando sus votitos y comentarios

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Capítulo 24: Recuerdos del corazón

Fueron seis semanas de viaje, tuvieron solo unas pocas paradas para comprar víveres y cosas para subsistir, pero lo cierto es que iban de lugar en lugar para no despertar sospechas, se mantuvieron de bajo perfil y cuando faltaba poco para llegar al destino, Robert se tuvo que despedir, lo mejor era separarse para tener mejores oportunidades de pasar desapercibidos.

John pudo ver que en el aeropuerto de Row lo esperaba al doctor Chris, él sería su guardaespaldas en el momento que se separaran por otra parte, John se despidió del doctor tan frío como siempre.

- Hijo, espero que tengas una vida feliz, no podré estar mucho en contacto por la circunstancias, pero intentaré visitarlos cada cierto tiempo.

El agente desvía su mirada al escuchar esas palabras y María que sujetaba la mano de su marido, expresa.

- Será un gusto que nos visite, tal vez pueda venir con Sam y Scott una próxima vez, estoy segura que se animará con la visita de ustedes.

John en ese instante murmura algo irritado.

- No es necesario.

El doctor se ríe al escucharlo y luego le da unos golpecitos en el brazo.

- Vendré, aunque no quieras.

El agente lo ignora, Robert al ver su actitud suspira y con una sonrisa se despide.

- Los veré pronto si así se me permite.

María le da un abrazo y responde.

- Sí, estaremos felices con verlo de nuevo.

El doctor al terminar de despedirse se gira y cuando da un paso hacia Chris, John expresa como si las palabras fueran difíciles de decir.

- Adiós... padre.

Robert se detuvo enseguida, lo mira sorprendido y luego con una sonrisa entre lágrimas, le responde.

- Adiós hijo.

Era la primera vez que lo llamaba así, por fin lo había aceptado, aunque no era su padre biológico, era la persona que lo había cuidado con sinceridad, quien realmente lo había tratado como un hijo.

Fue así que esta vez solamente el matrimonio subió a la nave y siguió su camino, el planeta Lynus era pequeño y estaba atrasado en lo relacionado a tecnología, las casas eran de madera y solo en el centro de la ciudad de Laos había edificios modernos.

Su casa estaba en las afueras de la ciudad, era una casa de dos pisos de un tamaño acorde para una familia de tres, una sala de estar, una cocina con un ambiente abierto, el comedor y un baño, el segundo piso constaba de cuatro habitaciones, dos para hospedar visitas y un segundo baño.