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Ese día era bastante feliz para todos. El último día de clases, al fin tendrían un descanso de las tediosas clases y la obligación de ir a sentarse todos los días a escuchar a un adulto decir qué tan importante era su clase para el futuro. Para todos era un día sumamente feliz, para todos excepto para Yamaguchi.
Ir a la escuela significaba poder ver a Kageyama todos los días y poder pasar un poco de tiempo con él estudiando o practicando, y salir de vacaciones lo privaba de esa oportunidad. Era muy evidente que tenía un gran crush en el colocador, era tan evidente que era sorprendente lo idiota que podía ser Kageyama como para no haberlo notado, en palabras de Tsukishima, "Hinata ganó un punto más sobre el rey por haberse dado cuenta".

En ese momento se encontraban Tsukishima, Yamaguchi y Hinata en el salón de los primeros dos, y es que por la costumbre, ya solían comer juntos, eso, claro, incluía a Kageyama también, aunque en ese momento no se encontraba con ellos debido a que había ido a buscar una máquina expendedora dónde comprar su típica cajita de leche.
Por décima vez en el día, Yamaguchi suspiró.

-No es como si no pudieras verlo durante vacaciones. -lo animó Hinata- Vamos a practicar juntos algunos días él y yo, y Daichi-San quiere que nos reunamos para poder practicar como equipo.

-Lo sé-Yamaguchi suspiró de nuevo- pero me gustaría que no solo estuviéramos cerca porque somos compañeros de equipo.

-Literalmente así lo conociste -Tsukishima alzó una ceja- Si no hubiéramos entrado al equipo, no te habrías acercado a él y yo no tendría que escucharte suspirar por ese rey idiota. -al notar la mirada de los otros dos chicos bufó- Por Kageyama.

-El punto es que me gustaría salir con él de forma no escolar, ¿Bien? -en ese momento, una chica se acercó para pedirle un favor a Yamaguchi, quién se levantó y se fue con ella tras disculparse con sus amigos.

-Yo conté once suspiros, ¿Y tú? -Hinata miró al rubio.

-Los mismos, sin contar los del camino aquí y los de los descansos.

Ambos se quedaron en silencio durante unos segundos hasta que el pelinaranja retomó la conversación.

-Me gustaría poder ayudarles, a Kageyama también le gusta Yamaguchi.

Tsukishima alzó la mirada para ver al más bajo.

-¿Qué dijiste?

-Que a Kageyama también le gusta Yamaguchi. -repitió Hinata encogiéndose de hombros- Cuando practicamos a solas o nos vamos a casa hace comentarios sobre él, que se veía muy feliz, que tiene una linda sonrisa, sus pecas son bonitas, en fin, todo Yamaguchi es lindo para él.

Tsukishima alzó una ceja.

-Yamaguchi es lindo.

-Lo es, pero Kageyama diciéndolo seguido es inusual.

Hinata estaba tan inmerso en su almuerzo que no se dió cuenta de la mirada asesina que le dirigía Tsukishima.

-¿Desde hace cuánto que Kageyama se expresa así de él?

-Casi tres meses, ¿Por qué? -Hinata alzó la mirada, encontrándose con el ceño fruncido de Tsukishima en su máximo esplendor.

-¿TRES MESES SABIÉNDOLO Y NO NOS DIJISTE NADA? -Hinata le hizo un gesto para hacerle saber que estaba llamando la atención y de inmediato comenzó a hablar más bajo. -¿Por qué no le dijiste a Yamaguchi por lo menos? Lo hemos escuchado suspirar por ese idiota por meses.

-Porque no lo creería, tú más que nadie debería saberlo, hay que ser directos con él, y Kageyama en ese sentido no lo ha sido, Yamaguchi pensaría que le estoy mintiendo.

Tsukishima bufó y apartó la mirada para ver por la ventana.

-Mierda, es verdad. -el rubio tensó los labios para hablar entre dientes- Ese pensamiento es demasiado listo de tu parte.

Hinata soltó una carcajada al escuchar el comentario.

-Así que lo vamos a seguir escuchando suspirar por Kageyama, ya me hice a la idea.

Una vez más, reinó el silencio entre los dos. Hinata estaba completamente consciente de que Tsukishima no dejaría que esa situación continuara, primero, por Yamaguchi, y segundo, porque ya estaba cansado de aquello.

-Bien, ya sé qué hacer. -ante la mirada atenta de Shoyo, el rubio continuó hablando- Mis vacaciones van a ser desperdiciadas en ayudar al rey y a Yamaguchi.

Hinata rio entre dientes.

-Suerte con eso. Eras el más emocionado por dejar de ver a Kageyama, y ahora te perderás de tus vacaciones.

-Nos perderemos nuestras vacaciones. -Tsukishima miró a Shoyo con seriedad- Será raro para ambos que solo esté yo con ellos, así que tú ahora formas parte de este plan.

Antes de que Hinata pudiera replicar, llegó Kageyama con una caja de leche y una de jugo de naranja.

-¿Y Yamaguchi? -el azabache miró a ambos.

-Seguro viene en camino, le pidieron un favor. -Hinata miró al más alto sentarse a su lado mientras ponía la caja de jugo entre el almuerzo del peliverde.

Shoyo y Tsukishima se miraron, el más bajo tenía una expresión en el rostro que claramente preguntaba "¿Cómo no lo notaste?”. El rubio negó y le terminó mandando un mensaje al pelinaranja: "Espero que no hayas hecho planes para las vacaciones".

Operación: Vacaciones YamaYama [YamaYama]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora