Capitulo 8: "Mujer privilegiada"

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-Hey, tus manchitas están desapareciendo- dice James tocando de forma suave mi cuello

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-Hey, tus manchitas están desapareciendo- dice James tocando de forma suave mi cuello.

- Es una crema milagrosa lo que me estoy echando, lo sé, es como si la crema me diera perfección.

-¿Quieres hacer algo?- Me pregunta James rodeandome con sus brazos para apegarme más a su cuerpo.

-Malas noticias- le digo de forma dramática tirándome hacia atrás haciendo que a él le toque ejercer más fuerza para sostener mi cuerpo.

-Cambie el turno de trabajo- he decidido trabajar hoy y así me evito ir los fines de semanas, la jefe me ama, apenas se lo pedí me dijo "Claro que si, eres la mejor empleada, eres perfecta, eres lo más precioso del universo"- le digo subiendo y bajando la cejas mientras separaba nuestros cuerpos un poco.

-Mañana es sábado- dice James pensativo- acampemos- lo miro con una sonrisa y hago caras pensativas.

-¿Qué me das a cambio? - le digo poniendo mis manos de forma suave en sus hombros.

-Comprare todo lo que quieras para llevar- me dice haciendo que yo abra mis ojos hasta no mas poder.

-¿Hasta una manta color morado con arcoiris y unicornios?- el asiente con una pequeña sonrisa- ¿Acaso eres multimillonario?- le pregunto aún sabiendo que su familia es adinerada y él trabaja.

-Solo estoy a tus pies- dice inclinandose como un caballero de tiempos pasados.

-¿Puede ir Amy?- hago un lindo puchero y el deposita un pequeño beso en el haciendo que se quite de mi cara.

-Tambien irá Susan con un amigo.

-Entonces Amy llevará a Bruce y Evan, Evan llevará a cualquier persona o irá solo, en todo caso Bruce puede llevar a Amy y a Evan, tu llevas a tu hermano a su amigo y a mi- le digo empezando a cranear toda la salida en mi mente.

-Solo cálmate un poco guapa, te está saliendo humo de pensar- dice soplando sobre mi cabeza por lo cual entrecierro mis ojos- Iré por ti al trabajo y te llevo a casa- asiento con mi cabeza- Me cuentas todo lo que pensaste después de eso, vas llegando tarde- mira su reloj y abro los ojos alarmada.

-No- grito y empiezo a correr debido a que se que James no podía llevarme a la heladería debido a que tenía una clase extra hoy- Nos vemos al rato- digo estando totalmente alejada de el.

Cuando estaba a unas cuadras del lugar veía como el local ya se estaba llenando poco a poco, por lo cual hice una mueva y más al ver a pequeños engendros del demonio mirándome con una sonrisa maldadosa.

-¿Cómo están niños?- les digo agachándome a la altura de ellos.

-Hola Ely- Se acerca Sofía, literal la niña más dulce que yo haya podido conocer en mi vida.

-Ely, ¿Nos quieres regalar helado hoy?- me preguntan sonriéndome de la forma más inocente posible.

-Claro que si niños- digo para pararme y entrar a la heladería pensando en que lo último que tenía de dinero sería invertido en estos pequeño niños, he caído en su trampa de almas inocentes.

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