Emilio es el típico chico popular de la universidad, sí, ese chico de las novelas clichés de adolescentes, ese chico de las películas y series que por su atractivo y simpatía enamora a todos y todas.
Es guapo, muy guapo, simpático, encantador, inte...
Toda la tarde estuvieron terminando de comer el contenido de las canastas mientras hablaban, reían por algunas bromas hechas por Emilio, se hacían cariñitos y se tomaban fotos.
- Ya vá a anochecer, ¿Nos vamos?
- No quiero, quiero quedarme más tiempo contigo.
- 10 minutos más.
Esos 10 minutos se convirtieron en 1 hora, la noche ya había caído y sólo eran alumbrados por la luz de la luna que se reflejaba en el agua de una manera hermosa, sus celulares llenos de fotos.
- Ahora sí, vámonos, comienza a hacer frío.
Se pusieron de pié y los 2 comenzaron a recoger las cosas del suelo y a meterlas en la canasta, al notar que el castaño frotaba sus brazos buscando un poco de calor, el rizado se quitó su chaqueta y se la dió para que se la pusiera.
- Emilio, pero te enfermarás.
- No lo haré, Joaquín, póntela.
- Emi.
- Si me enfermo, tú me cuidas.
- Eres un necio, Emi.
Joaquín se puso la chaqueta, caminaron hacía el auto, Emilio metió la canasta en la parte de atrás del auto y le abrió la puerta al castaño para que subiera, y luego de subir a su puesto comenzó a conducir de vuelta a la casa de su novio.
- Te quiero, novio - Dijo Joaquín.
- Yo también te quiero, novio mío.
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A Joaquín le habían dado la camisa que le habían prometido, era la misma que usaban los jugadores, de color azul, con el logo y con el número 10 en la parte de atrás, el número que le pertenecía a Emilio.
Los jugadores estaban en los camerinos alistándose para salir a jugar, Joaquín estaba sentado en las tribunas junto a los familiares y parejas de los chicos, minutos después los 11 jugadores del equipo salieron por la parte derecha y los del equipo rival por la parte izquierda.
En la parte de adelante iba Emilio, atrás todos los chicos y de últimas Eduardo con sus guantes y el uniforme de otro color.
Luego de los himnos y del acto protocolario, el partido dió inicio, Joaquín no entendía mucho, nunca fué muy amante de algún deporte, pero por lo menos sabía que la idea era meter gol en la cancha del otro equipo, así que cada vez que estaban cerca de esa cancha se emocionaba y cuándo el otro equipo se acercaba a la cancha en dónde Eduardo era arquero se asustaba.
Minuto 40, 5 minutos para que el primer tiempo finalizara, el partido iba sin ningún gol por el momento, Eduardo había atajado 2 posibles goles del equipo contrario y el arquero del equipo contrario había atajado 4. Minuto 43, los chicos mandaron pases hasta que el balón estuvo en los pies de Emilio, quién corrió lo más que pudo para finalmente mandar una patada y que el balón entrara en el arco, todos los de las camisas azules celebrando, Joaquín sonrió cuándo vió que el rizado lo miraba a él y le mandaba un beso dedicándole el gol, se sonrojó cómo nunca al sentir las miradas de todos en él y luego ver su imagen en las pantallas grandes del estadio.
