CAPÍTULO 5

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Luego de terminar su helado, los 4 decidieron ir a la feria, la cuál estaba llena de gente, de niños, de colores y golosinas.

- Quiero subirme a ese, ¿Vamos, Eduardo?

Eduardo miró hacía dónde Niko señalaba, un barco gigante que subía y bajaba dejando a las personas de los bordes prácticamente volteados con su cabeza señalando el suelo.

- Yo creo que mejor empecemos por algo suave.

- Oh vamos, no seas cobarde, Edu.

- No me gustan las alturas.

- Vamos, será divertido.

- Pero, Niko ¿Porqué te gusta el peligro? Mira el sufrimiento de las personas.

Nikolás rodó los ojos y cogió de la mano a Eduardo para llevarlo hasta el barco casi a rastras, Emilio y Joaquín rieron por la escena.

- ¿A dónde quieres ir, bebé?

- Tiro al blanco, vamos a ver qué tal es tu puntería Osorio.

Ambos caminaron hacía el juego, a cada uno le dieron un arma y a unos metros frente a ellos estaba su objetivo.

- Tres, dos, uno...

Cada uno disparó, siendo la flecha de Emilio la ganadora, en el segundo intento el ganador fué Joaquín y en el desempate el rizado fué el vencedor.

Emilio comenzó a mirar los premios, eligiendo un peluche de stitch adorable, se lo extendió a Joaquín y el castaño sonrió enternecido.

- Para mi precioso chico.

Joaquín recibió el peluche y agradeció con un beso en la mejilla de Emilio, continuaron caminando por la feria, compraron chocolates, bombones, algodones de azúcar y se subieron a varias de las atracciones.

Horas después se encontraron con Eduardo y Niko bajando de la montaña rusa.

- ¿Qué tal vá todo?

- Niko me odia, me ha declarado la guerra, hemos subido a todos los malditos juegos más rápidos, altos y peligrosos del lugar.

Eduardo simuló sollozar y Niko sólo rió.

- Exagerado.

- Cruel.

- Llorón.

- ¿Vamos a la Noria? - Preguntó Emilio.

- Yo prefiero ir a algo que no necesite de altura - Dijo Eduardo.

- Ya, no te torturo más, nos vemos chicos.

Niko cogió de la mano a Eduardo y caminaron lejos de los chicos, Emilio y Joaquín caminaron hacía la noria y comenzaron a hacer la fila para ésta. Joaquín no podía dejar de pensar en el momento en el que el rizado lo besaría, estaba más y más ansioso cada vez.

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Mi Nerd Favorito // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora