Emilio es el típico chico popular de la universidad, sí, ese chico de las novelas clichés de adolescentes, ese chico de las películas y series que por su atractivo y simpatía enamora a todos y todas.
Es guapo, muy guapo, simpático, encantador, inte...
En el cine la película estuvo muy interesante, Mauricio compró palomitas y refrescos para los dos.
- ¿Es muy tarde? ¿Podemos ir a otra parte? No quiero separarme de tí ya.
Joaquín miró su reloj, 10 de la noche.
- No, no es tan tarde ¿A dónde me vas a llevar?
- Hay un café bar en dónde podríamos conocernos más, ¿Te parece?
- Me encantaría.
Subieron al auto y Mauricio arrancó.
- ¿Y porqué estabas en el hospital?
- Recién me hicieron una cirugía de un coágulo en mi cabeza y tienen que hacerme exámenes todo el tiempo.
- Uh, ósea que nada de licor.
- Nada.
- Ok, entonces tomarás jugo ó algo así, te quiero sano y salvo.
- Es lo mejor si queremos tener más salidas.
- Muchas más salidas.
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Emilio llegó a Londres a las 5 de la madrugada, llegó a su casa y subió a su habitación, se dió una ducha y se acostó para dormir un poco, estaba rendido y quería saber cómo había sido la salida de su novio con ese tal Mauricio.
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- La pasé genial, eres de lo mejor.
Mauricio sonrió.
- Espero que nadie se moleste por traerte a casa a las 3 de la madrugada.
- El tiempo se pasó volando.
- Es cierto, te llamo luego entonces.
- Vale.
Mauricio se acercó y besó la mejilla de Joaquín.
- Nos vemos luego, precioso.
Mauricio caminó hacía su auto, subió y arrancó, Joaquín entró a la casa, tenía hambre por lo que se preparó un sándwich.
