Ballisaray [Fanfiction EXO/ KaiSoo|SooKai-HunHan]

Ballisaray Cap 10. Siete Velos

Current Music: Natasha Altlas_ Maktub

     Sehun y Joonmyeon dejaron de seguir a Kyungsoo porque ellos no podrían entrar a la habitación de enfrente donde Rabih quien nuevamente cumplía con sus funciones dentro del palacio de miel, lo estaba llevando. El turco le indicó que tenía permitido pasar adelante haciendo un movimiento de manos y una ligera flexión de su cuerpo. 

     —Aguarde... ¿No va a entrar conmigo?

     —No, mi señor. Sus amigos han pagado para que sea usted quién pase algo de tiempo con nuestro califa, él está esperándolo.

     —Sin embargo, necesitaré de un intérprete. No sé hablar en turco, no podré comunicarme con él.

     —No se preocupe, mi venerable doctor, él sabrá cómo hacerse entender —respondió antes de abrir la puerta y casi empujarlo dentro.

     Una habitación grande, decorada lujosamente con detalles dorados. Tenía algunos muebles, almohadas, roperos, candelabros, lámparas, cuadros y alfombras con pormenores turcos, pero en especial, una enorme cama frente a él. Malik estaba de espaldas encendiendo una larga vara de incienso, cuando lo escuchó entrar se volteó. Vestía una extensa tela café que le cubría todo el cuerpo. Dejó caer la capucha y Kyungsoo descubrió una especie de máscara con monedas que solo dejaba a la vista los hermosos ojos delineados del bailarín. Se sintió tonto porque no sabía qué hacer o decir.  

     —Mer-merhaba —tartamudeó.

     Malik le indicó sentarse en la cama con un gesto de sus manos y Kyungsoo encontró espacio en la orilla. Esta observó cómo el hombre le dio la espalda para poner a sonar en un reproductor alguna canción árabe. Una mujer cantaba con voz hechizante palabras que el doctor no entendía, pero esos sonidos y el olor a incienso hacía que lo que estaba ocurriendo pareciera un sueño. Malik se arrodilló frente a él y sujetó su pie derecho, empezó a quitarle los zapatos y Kyungsoo intentó detenerlo en cuanto se percató.

     —¿Qué haces? No... no hagas eso.

     Malik se detuvo y lo miró directamente a los ojos. Estaban muy cerca. Kyungsoo se intimidó y apartó la vista, el bailarín le quitó incluso las medias.

     —Oh, esas son mis medias... 

     Kyungsoo nunca antes se había sentido más incómodo. El bailarín sacó de debajo de la cama un cuenco de plata con agua perfumada e introdujo en él los pies de su médico. Kyungsoo al fin comprendió por qué lo estaban descalzando y se sintió muy avergonzado. El líquido estaba tibio y ese hombre hermoso continuaba lavando sus pies con delicados toques de sus manos. El extranjero no podía comprender las costumbres turcas. Sentía mucha pena, pero también le daba miedo apartarse y ofender al llamado califa. Malik sacó una toalla bajo la cama y con ella secó los pies del médico. Empujó una vez más el cuenco hacia adentro.