Ballisaray [Fanfiction EXO/ KaiSoo|SooKai-HunHan]

Ballisaray Cap 29. Unut Beni

Se vienen capítulos un poco duros de leer. Y si escuchan las canciones que subo es un pelín triste. Dejen amor para todxs, bye :)

«Estoy en medio de un desierto sin fin.

No hay salida, no puedo más.

Paso a paso la soledad me persigue

¿Es justo que todos mis amores sean un fracaso?

(...)

Antes de que sea tarde, renuncia. Abandóname.

Sin ni siquiera mirar atrás... vete. Olvida».

Tarkan—Unut beni.

Fuente D&L

     El vuelo había sido casi imposible, después de despedirse de Kyungsoo y abordar el avión hacía China, Luhan se había transformado en un manojo de nervios y Sehun ocupó parte del recorrido en intentar distraerlo con conversaciones agradables y palmadas tranquilizadoras en su mano.

     —Cálmate, Geyik —repitió Sehun.

     —¡No me llames de ese modo! —respondió con sus dientes apretados en signo de su molestia apenas contenida— Mi nombre es Luhan, y no quiero volver a ser llamado de otra manera nunca más.

     La impresión del agitado ritmo de vida en China y su ebullición, causó que la pequeña gacela se hiciera un ovillo bajo al bazo del médico mientras el taxi los dirigía hacia su destino. Luhan no podía despegar sus bellos ojos de la ventana aun sin soltar a su Habibi, todo pasaba frente a él vertiginosamente. Cuando bajaron del taxi giró sobre sus pasos intentando reconocer el vecindario, sin embargo, todo parecía nuevo para él. Sehun sostuvo su mano con fuerza cuando vaciló para seguir adelante, dentro de la casa en la que se reencontraría con su familia, con su pasado e incluso consigo mismo. Tenía miedo de verlos y no gustarles porque él ya no era el niño inocente y brillante que había sido. Más tarde, frente a todos ellos en la pequeña estancia de su casa, se sentía vulnerable y expuesto, como cuando Kris lo hacía pasearse con poca ropa frente a muchos hombres, pero de un modo distinto, su cuerpo no corría peligro aunque su corazón... ese podía estar cayendo en una trituradora y sería igual de temeroso.

     —Este es el hijo que el desierto les ha devuelto —señaló el médico—. Luhan, este es tu padre, Huan Yue. Tu madre, Mei. Tus hermanos, el mayor y el menor, y tu cuñada. Ya eres tío —anunció alegre al observar como Yia acunaba un pequeño bulto entre una sábana blanca.

     Luhan miró a todos sin atreverse a realizar un sólo movimiento.

       —Soy Kyuan Yin, tu hermano tres años mayor. Es bueno volver a verte, Luhan —dijo mientras abrazaba a su esposa.