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Contenido: Está explicado en el escenario anterior, esta es la continuación.
Lemon: No contiene.
Palabras: 5426
Lo siento mucho por lxs que esperabais lemon pero quería hacer una historia tierna y sin forzar una situación sexual, igualmente espero que lo disfrutéis, lo he hecho bastante breve, si queréis que haga un escenario con como fue la primera vez entre ellos dos podéis confirmármelo en los comentarios ^^
Esperaba pacientemente frente al salón de recreativos. Había estado hablando por teléfono con Bakugou minutos antes de ir, necesitaba apoyo y alguien que le aconsejase con cabeza, y de entre todos sus amigos aunque no lo pareciera a simple vista Bakugou era el más maduro, a fin de cuentas también le hizo mucho bien salir con Freya, aunque la mayor parte del esfuerzo por cambiar y convertirse en una mejor persona fue todo de él mismo.
Estaba muy nervioso, rezaba por que la muchacha se dignase a aparecer y le diera una explicación. No sabía que tenía ni por qué, pero lo que le escribió en la carta era cierto, le volvía loco toda ella, le encantaba a pesar de no conocerla más a fondo, y el hecho de que ella se mostrase retraída hacia que su curiosidad hacia la chica fuese en aumento.
Pasaban los minutos y no aparecía, no la veía en ningún momento y eso hizo que sus esperanzas se desplomasen. Quizás debía irse haciendo a la idea, dejarlo estar y no volver a pisar ese bar para no generar incomodidad a la pobre chica.
Se separó de la pared impulsándose suavemente con su hombro e hizo el amago de irse, nada más darse la vuelta y caminar unos pasos unos dedos le dieron toquecitos en la espalda, provocando que diera un brinco en el sitio y se girase repentinamente, encontrándose de frente con la chica de la que estaba perdidamente enamorado.
Dahlia estaba ahí, se había presentado finalmente, no le había dejado tirado como pensaba que haría. Kirishima no terminaba de creerselo, incluso esbozó una amplia y aliviada sonrisa.
- Dahlia. -Dijo su nombre en un suspiro, como si sus pulmones y su pecho pesasen.
- Querías aclarar las cosas, ¿no? Vamos a un lugar más tranquilo, por aquí hay mucha gente.
Dahlia agarró a Kirishima de la manga de su chaqueta y tiró de él.
Antes de presentarse las compañeras de Dahlia la acorralaron para convencerla de que no echase a perder a un chico como Kirishima. Estuvieron un largo rato sermoneándola como si fuesen sus madres, literalmente salió de allí con el rabo entre las piernas y sus orejas gachas porque sabía que parte de las cosas que le dijeron eran verdades como puños. Siempre era dura con los chicos, demasiado, y normalmente se lo merecían porque los hombres con los que había estado solían ser en su mayoría unos machirulos... Pero Kirishima era diferente, a ellas no les hizo falta ver mucho más para saberlo, además era aspirante a héroe...