5. Jugando.

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Freddie se encontraba corriendo de un lado a otro en esa enorme mansión, sin subir las escaleras ya que a sus hijos les tomaría demasiado tiempo subirlas ya que ellos eran los que lo perseguían según el juego que crearon.

Además Luis no podía subir las escaleras.

— ¡Atrapen a papi!— ordeno Matt levantando una espada de juguete.

Sus hermanos levantaron también sus espadas y comenzaron de nuevo a correr tras de Freddie quien gritaba mientras corría de un lugar a otro, Mikko, Lily, Tom y Jerry al ser los gatos más pequeños también corrían detrás de su papá para atraparlo.

Mientras tanto.

Jim leía el periódico en la sala, solo hojeando que había de interesante, estaba tranquilo con su pequeña niña en su regazo quien solo balbuceaba cosas viendo las imágenes del período cuál era más grande que ella, a veces le seguía el juego y conversaba con ella como si la entendiera, Leo solo reía y agitaba sus manos. Delilah, Óscar y Romeo estaban a la derecha de el mientras que Goliath estaba en su regazo también, intentando quitarle el biberón a Leonor.

En el tocadiscos (siempre era una buena opción, ya que el radio pasaban anuncios), sonaba rock and roll que iba de acuerdo al ambiente ya que a los niños les encantaba.

Freddie ya se había cansado un poco, pero vio que sus hijos parecían baterías recién cargadas, así que se le ocurrió una estrategia para recuperar el aliento sin que lo atraparán.

Llegó corriendo a la sala y se arrojó al lado izquierdo de Jim que se sorprendió ya que no lo vio venir, tomo el brazo izquierdo y lo paso por encima de él.

— ¡oh no, un tigre, ayúdenme! ¡Ayúdenme!— grito con súplicas divertidas.

Jim solo sonrió, mientras que Leonor gritaba de felicidad.

— ¡Un tigre!— grito Aidan junto con sus hermanos y comenzaron a correr hacia el salón, donde estaba su "guarida" que más bien eran muchas sábanas como una carpa con almohadas como muros.

Freddie, al ver que se fueron, iba a levantarse pero quedó inmovilizado solo con uno de los brazos de Jim encima de él.

— Jim, suéltame— dijo intentando sacarse del agarre lo cual fue imposible.
— ¡Leo ayúdame! ¡Ahhh!— grito mientras su hija reía.

— dramático— dijo Jim tapándole con una mano la boca a Freddie quien seguía gritando solo para molestar a su amado.

Al fin dejo que saliera de su agarre después de unos segundos.

— fiu— mencionó al estar libre — pence que me comerías— dijo con un tono coqueto acercándose a Jim para ver qué leía.

— yo no como porquerías— bromeó riendo mientras Leo seguía riendo.

Freddie rio...— porquerías— repitió, se quedó en silencio unos segundos y captó la broma — ¿Porquería yo?— le dió un leve golpe en el brazo a su esposo.

— es broma — ambos rieron, para después darse un beso en los labios, bastante tierno.

Freddie tomo a Leonor en sus brazos — ¿Y tú señorita no me ibas a ayudar?—.

Solo siguió riendo, balbuceando y moviéndose como un gusanito que quería escaparse de su capullo por la felicidad.

Meses después de que Luis cumpliera un año, dijo su primera palabra, obviamente no eran una familia convencional, así que su primera palabra fue...

Vodka.

Ese día, Jim estaba buscando su botella favorita de vodka en los estantes del pequeño bar que había en un pequeño cuarto al lado de la cocina, donde también habían varios vinos y licores.

Preguntó todo el día por su botella favorita, así que Freddie le ayudo a buscar.

En su búsqueda una pequeña vocecita los interrumpió y sorprendió.

— vodka— dijo Luis con una risita que se le hacían unos hoyuelos como a Jim y a Freddie. Estaba un paso adentro de la habitación con su manta celeste favorita.

— ¿A ha- hablado?— preguntó Jim con sorpresa a Freddie.

— vodka— repitió.

— sin duda es nuestro hijo, cielo— se rió Freddie, se acercó a Luis y lo cargo — muy bien cariño— felicito con una sonrisa.

— pensé que diría otra cosa— mencionó Jim acercándose para felicitar a su hijo — pero me hace feliz esto— beso la mejilla de Luis y después un beso a los labios de Freddie.

Ahora ya era el turno de Leonor, ya tenía un año.

Jim se levantó de su asiento, no sin antes bajar a Goliath de su regazo, para ir en busca de un vaso de agua por el calor que había. Estaba descalzo.

— carajo— dijo al pisar un bloque de juguete en el suelo.

— ca ra— dijo Leonor, ambos adultos voltearon a ver a su hija con pánico. Estaba bien la palabra Vodka pero no un insulto.

— ¡Jim!— regaño Freddie comenzando a dar rebotes a su hija para que no dijera eso.
— cariño, no digas eso— la seriedad se fue de él y comenzó a reír, era bastante cómico en realidad.

Jim también lo siguió riendo, se agachó y recogió en bloque de color azul del suelo para ponerlo en la mesita y evitar otro insulto de parte de alguien más.

— cariño— dijo.

Ambos adultos se quedaron callados, conectaron miradas de felicidad, su hija por fin dijo su primera palabra. Jim tomo asiento y tomo a su hija en brazos.

— eso es pequeña, es perfecto— beso la pequeña mejilla mientras su hija reía.

— esa es mi niña— dijo Freddie también orgulloso con una sonrisa.

— cariño cariño cariño— repitió con felicidad, aunque no sabía que significaba, le gustaba como sonaba.

— ¡Leo ya creció!— dijo Matt contento al llegar a la sala con sus hermanos.

— yo todavía la veo pequeña— dijo confundido Aidan mientras se acercaba a su hermana.

— bebé hablo— mencionó Luis subiéndose con dificultad al sofá, a el lado izquierdo de Freddie quien lo ayudo a subir y tomar asiento en su regazo. También puso en su regazo a Matt.

— papá, ¿Ella puede jugar con nosotros ahora?— preguntó Aidan a Jim, estaba en el regazo de su padre sentado mientras que tomaba una de las manos de su hermana.

— aún no, solo deben de esperar más— respondió tranquilo Jim.

Un flash iluminó toda la habitación, la linda Phoebe había tomado una fotografía instantánea.

— me gusto el momento, así que lo guarde— explico con una sonrisa.

— gracias querida— dijo Freddie — la foto irá de inmediato a un marco y luego a la repisa encima de la chimenea, para que todos los días la veamos— agrego.

Al parecer una vida tranquila no era aburrida.

Ya le estaba agradando bastante, ya no era necesario fiestas grandes para tener felicidad y satisfacción. Con sólo pasar junto con sus seres amados era suficiente, no lo cambiaría.

Todo gracias a un hombre que conoció en un pub.

















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Hola.

Es un capítulo corto, lo se.
Voten y comenten.

Una Familia Perfecta ContigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora