20.The Palace Garden

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En la peluquería the palace garden, el señor Hutton trabajaba felizmente, ya había ordenado las revistas en la sala de espera del local, solo le faltaba abrir las puertas de su negocio para que los clientes entrarán y pudiera hacer su trabajo.

La campana sonó, al darse vuelta, era su hermano menor Javier con una sonrisa y junto a sus nueve sobrinos entraron en fila tomando asiento en las sillas de espera.

— hola Jimmy— saludo mientras tomaba asiento en la silla enfrente del espejo — ¿Podrías cortarme la barba?

— si por supuesto— respondió "Jimmy" haciendo todo el procedimiento de preparación para atender a su cliente.
— ¿Como ha estado la familia?

— bastante bien...aunque es es bastante díficil cuidar a nueve hijos.

Al terminar, fue agradecido por el corte de barba y también le pagaron, su hermano se despidió y se fue junto a sus hijos.
"Jim" comenzó a limpiar sus utensilios, hasta que la campanita de la puerta sonó, avisando que un nuevo cliente entraba.

— hola Cariño— saludo el "señor Mercury" tomando asiento en la silla enfrente del espejo.

— hola señor Mercury— saludo con una sonrisa — ¿Que puedo hacer hoy por usted?

— vine a pintarme el cabello.

— ¡¿Que?!

— como lo has oído cielo— sonrió dejando ver un poco sus dientes.

— ¿De qué color?— puso los ojos en blanco, pensando que estaba jugando.

— morado.

— ¡¿Morado?!— preguntó desconcertado — no puedo Frederick Mercury.

— entonces...¿Que me recomiendas?

— no te puedo pintar el cabello de morado— dijo como si fuera la cosa más obvia del mundo — a ti te luce mejor el rojo por tus risos.

— bien querido señor Hutton, le dejo el trabajo en sus manos— dijo con una sonrisa.

Después de casi una hora de conversación sobre "los gatos" y trabajo, hizo los últimos detalles a Mercury peinando su cabello, de último darle vuelta a la silla giratoria para que viera el resulta.

— siempre haces maravilla cariño— felicito dando aplausos, le pago — quédate con el cambio y recuerda que hoy cenamos.

— por supuesto y gracias, ¡Mándale saludos a Phoebe!

— ¡Lo haré!— gritó antes de salir por la puerta del local.

Jim comenzó a hojear una revista para no aburrirse en lo que llegaba otro cliente.
Después de esperar algunos minutos, la campanita del local sonó.

— hola Jim— saludo la señorita tomando asiento en la silla enfrente del espejo.

— hola Kashmira — saludo Jim con una sonrisa — ¿Que puedo hacer hoy por ti?

— quiero que me cortes el cabello— sonrió — tú eres el experto, así que has maravillas como siempre.

— por supuesto.







Jim Hutton giro la perilla de la puerta, para entrar y avisar que el almuerzo estaba listo... Pero, oh no.






— ¡Luis Javier Joseph Mercury Hutton! ¿Por qué tienes el rostro así.

Los "sobrinos de Jim" se transformaron en los 9 gatos consentidos de la casa, la barba de Javier se transformó en garabatos con marcador negro,

— ¡Leo Frederick Aidan Mercury Hutton, ¿Por qué tienes el cabello pintado de rojo?!

El cabello rojo del "señor Mercury" se transformó en el cabello rizado pintado con marcador rojo.

— ¿Por qué tanto escándalo amor?— preguntó Freddie colocándose a la par de su esposo — por Beelzebub.

"El peluquero Jim" se transformó nuevamente en Matt.

— ¡Jimmy Matías Antony Mercury Hutton! ¿Por qué has cortado el cabello de tu hermana?— hablo Freddie de manera sería.

— ¡Corran!


















— princesa tu cabello— dijo Jim intentando emparejar cortando el cabello de su hija.

— lo siento— dijo Matt entre sollozos.

— Matt amor, no llores— se escuchó desde el baño a Freddie — si se pudo quitar la pintura del cabello de tu hermano, en cuanto a Luis, Phoebe ya le quitó la barba con toallitas.

— es que yo quería ser como papá— sollozo mientras le pasaba su moño de listón a Jim para colocarlo en los rizos de su hermana.

— y no estamos enojados, solo no hagan travesuras— mencionó Jim — aunque también los dejamos solos por un buen rato.

— mira, Aidan ya no tiene pintura— sonrió Freddie con el niño de 6 terminando de secar su cabello después del baño — no estás castigado amor.

— Freddie, hay que hablar sobre eso— murmuró en un tono bajo Jim.

— ¡No hay nada de que hablar!— dijo con una mirada desafiante — te lo voy a compensar en la noche.

— ¡Freddie!.

Y se fue corriendo junto a sus hijos soltando carcajadas hacia el comedor para almorzar mientras que Jim iba detrás hablando sobre el comportamiento de sus hijos.








Fin.



















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Espero que les guste.
Tengo un montón de borradores y ni uno he terminado.

:v

Saludos, besos en la cola.






Una Familia Perfecta ContigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora