Estoy tan feliz de que por fin hayas logrado hacer un amigo por tu cuenta. Las palabras de mi hermano aun hacen eco en mi cabeza, junto con lo el significado de la flor que me regaló Kris.
"amor secreto".
Si lo pienso bien, esa sensación de haberlo conocido estaba ahí desde que llegué a hometown, al igual que la forma en la que mi corazón se acelera cada vez que coquetea conmigo o algo por el estilo.
Amor a primera vista, lo llama Ana. Pero eso no es lo mío.
Nunca me enamoraría de alguien que recién conozco. Es más, jamás y nunca me enamoraría. No después de todo lo que pasé para superar a esa persona. No quiero pasar por lo mismo.
Aunque Kris afirma haberme conocido desde hace tres resets, yo no podría decir lo mismo, debido a que no lo recuerdo. De hecho lo que está mal es que no recuerdo nada de los resets hasta cierto punto. Igual que en estos últimos tres resets no recuerdo haber venido acá.
Ahogué un grito desesperado en mi almohada como si eso me fuese a ayudar con todo lo que está pasando. Porque, ahora que lo pienso, no tengo ni un solo recuerdo de mi infancia, antes de cumplir los siete años. Tampoco tengo fotos de esas edades.
O al menos no que yo sepa.
Cada vez que le pregunto a mis padres o a Ana, incluso a Shade, ellos solo me cambian la conversación o fingen estar ocupados. Por alguna razón es algo de lo que no quieren hablar ¿Por qué?
Porque es un tema tan delicado que afecta a todos.
Me levanté de la cama y miré hacia la ventana, apreciando el hermoso color azul oscuro de la noche y, con ello, sus constelaciones. Siento curiosidad acerca de mi pasado, pero...
Prefiero dejarlo así. Porque realmente respeto lo que siente mi familia sobre ese tema.
Busqué en mi libreta de dibujos una fotografía de cuando tenía ocho años. Es la más vieja que tengo. A diferencia de mis hermanos yo no soy fotogénica, por lo tanto nunca me ha gustado sonreír en una foto.
Todo porque no lo sé hacer.
Curiosamente recuerdo ese día a la perfección. Era el cumpleaños número dos de Lucia y todos estaban tan emocionados que decidieron hacer una fiesta a lo grande. Shade y yo siempre tuvimos ese tema de que un cumpleaños era algo que no valía la pena celebrar porque era un día como cualquier otro. Así que nos quedamos todo el día jugando videojuegos y cuando ya era de noche nos amenazaron con quitarnos la play durante todo un mes si no participábamos en las actividades.
Teníamos flojera de buscar ropa para usar en la fiesta, aparte de que planeaban hacerme usar un vestido, así que Shade y yo concluimos en ponernos sudaderas a combinación. Ambas eran de color negro. Como estábamos iguales todos estuvieron de acuerdo con dejarnos ser. Con la única excepción de que me pusieron una especie de corona de flores a medias.
Igualmente nos prohibieron la tv durante el resto de la noche. Nos aburrimos y salimos al patio a jugar. En ese entonces estábamos en nueva york, en casa de nuestros tíos, y como aún era invierno había nieve por doquier. Era primera vez que veíamos la nieve, así que no sabíamos que había que usar abrigo.
Mis mejillas ardían a pesar de mi resistencia al frio. Si, el frio suele quemar. Nos sentamos a hacer dibujos en la nieve, nos llamaron y cuando alzamos la vista el flash de una cámara me cegó por unos segundos. Shade tenía mejores reflejos que yo por lo que él sonrió, cerrando un ojo, mientras que yo solo tenía una expresión de curiosidad mezclada con vergüenza.