Capitulo 7.

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Advertencia: Este capitulo esta sin editar y es escrito por alguien que recién entra al mundo de la escritura, si ven errores por favor los comentan asi se arregla cuando veo el comentario o a la hora de editar.

Gracias por leer y espero les guste este capitulo.

Algunas verdades a la luz

Ariadna

Y ahí seguía la botella, apuntando, pero apuntando directamente a mi.

Cass y Thomas se vieron por algunos segundos, seguramente pensando que que preguntarme.

Seguro no va a ser ninguna pregunta mala.

No claro que no va a ser ninguna mala, es la primera, tiene que ser suave.

¿Te das cuenta que estás hablando sola con tu mente?

Ay dios! El alcohol ya debe estar haciendo de las suyas.

—¡Ari! —Exclama Thomas chasqueando los dedos entre de mis ojos.— ¿Estas bien? Ya te hicimos la pregunta.

—Oh! Disculpen, estaba pensando, ¿cuál es la pregunta?

—La típica pregunta adolescente que nos hacemos en este juego cuando no nos conocemos.—dijo Thom subiendo los hombros y largando la pregunta sin más— ¿Sos Virgen?

Me quede mirándolo, tratando de asemejar al pregunta y tratar de responderla.

No es que no lo sea, tampoco es que si, es complicado.

—No... pero a la vez si.

Al oír mi respuesta se miraron confusos y luego empezaron a reír, será el alcohol.

Yo seguía con los nervios a flor de piel después que hicieron esa pregunta. Era algo que no me gustaba pensar ni mucho menos recordar.

Pero al verlos reír de esa manera me relajé al menos un poco, mis hombros que antes estaban tensos ahora ya no y dibuje una sonrisa en mis labios.

Debe ser que gracias al alcohol que no prestaron atención a la respuesta.

—Bueno ya está, ahora me toca girar la botella a mi —. Dije para luego agarrar la botella y girarla

Paró en Thomas y le hice una pregunta, así estuvimos sucesivamente, no paso nada muy importante, solo nos hicimos preguntas y así nos enteramos que Thomas es alérgico al Maní, luego que Cass tuvo una muy mala experiencia con una chica y desde ahí no estuvo con nadie mas.

Ahora estamos los tres acostados uno al lado del otro, Cass a mi izquierda y Thomas a mi derecha. Los tres mirando el techo luego de decidir que bebimos demasiado y nos cansamos de hacer preguntas.

Thomas suelta un suspiro y me pregunta.

—Ari ¿te puedo hacer una pregunta?

—Ya me la estás haciendo —soltando los tres una pequeña risa vuelvo a decir—.Tranquilo, hace otra y no la desperdicies.

El parece dudarlo, se queda unos segundo en silencio, pero luego hace su gran pregunta.

—Ari, ¿Por que te mudaste de Mexico? Si te incomoda responder lo voy a entender, pero tengo esa duda.

Quería contarles, por parte si quería, pero... es un tema tan grande que no sabría por donde empezar.

Además, ¿Si no me creen? ¿Se reían? ¿Harán más preguntas? ¿Creerán que dramatizo el tema como los policías en aquella noche de la comisaría?

Y con miedo a las respuestas de esas preguntas internas que tenia, les respondí.

Pero les respondí evadiendo un poco el tema y modificando la historia.

—Es que... ¿como empezar?

—Por donde te sientas cómoda, y si hay cosas que no quieres decir, está bien.—dijo Cass agarrando mi mano y apretándola un poco en señal de apoyo. 

—Lo qué pasó en México fue algo que cambió drásticamente nuestra vida, yo... yo tenía una hermana, ella era hermosa, carismática, siempre estaba arreglada, nunca la verías en pijama si no fuera exactamente para dormir. —empecé a contar con una triste sonrisa ante los recuerdos— Éramos mellizas, la verdad es que no nos parecíamos en casi nada en sentido al físico, capaz vieron que en el comedor hay fotos de cumpleaños donde aparecemos, mi papa, mamá, una chica peli castaña, con ojos en forma de almendras y color café, ella era Andrea, mi hermana...—Se prolongo un pequeño silencio, mientras yo intentaba seguir con la historia sin llorar y ellos digiriendo la información. — Eramos muy unidas, hacíamos todo juntas, nos contábamos todo, pasábamos el día haciendo cosas, ella me acompañaba a las clases de música y yo a ella en sus clases de idiomas, en el único momento del día que nos separábamos era para dormir.

>>Y un día... un día la historia cambió su rumbo, ella empezó a hacer amistades nuevas, a salir de fiesta sin mi, ir a reuniones sin mí y dejo de acompañarme a clases de música, ella ya no asistía a clases de idioma y no me molestaba que tenga amistades, se divierta y todo eso, pero su personalidad cambió, ya no era mi Andrea. Una tarde cuando de casualidad estaba en casa me contó que saldría de fiesta, le pregunté si podría ir con ella, quería que volviéramos a pasar algún tiempo juntas, y ella con una sonrisa en el rostro me dijo que si, esa noche noche nos preparamos juntas, entre risas e historias, estaba todo muy lindo, volvíamos a ser las mellizas de antes.

>>Pero bien dicen que cuando algo deja de funcionar, cuando vuelve a arrancar no anda iguala.
Y es cierto, porque aunque estábamos felices y nos reíamos no era lo mismo, cuando nos terminamos de arreglar pasaron a buscarnos para ir a la fiesta, cuando llegamos con sus amigos empezamos a tomar, algunos a fumar, bailamos. Hasta que en un momento se arruinó todo, Andrea se me perdió de vista, cuando empecé a buscarla con la mirada sus amigos se dieron cuenta y me dijeron "Seguro ya vuelve, es común de ella desaparecer un rato luego volver como si nada." Pero yo sabía que aunque las cosas no estaban igual que antes, Andrea no me dejaría sola con gente que no conozco, y ya estaba pasando más media hora.

>>Decidí empezar a buscarla, me separé del grupo con la excusa de ir al baño, empecé a caminar por toda la planta baja de la casa, pero no la encontré, fui a la piso de arriba, abrí los cuartos y vi varias parejas teniendo sexo, pero en ninguna de esas camas estaba mi hermana, salí... salí al patio de atrás, y ahí paso lo peor de todo. La cuestión es que la casa termino rodeada de patrulleros, yo en una comisaría y de las dos, la única que llego viva a casa fui yo.

En la habitación se instaló un silencio.

Un silencio tenso, pero de los silencios que necesitan más información. Y yo no estaba dispuesta a dar más información en estos momentos. El alcohol me hizo hablar bastante de mi pasado que tanto deseaba dejar atrás.

La primera en hablar fue Cass.

Se giró, me abrazo y Lugo dijo.

—No sabemos que fue con exactitud lo qué pasó, pero lo sentimos mucho, y nosotros estamos acá siempre cuando necesites hablar con alguien.

Tomás hizo lo mismo que Cass, se giró agarrando mi mano con fuerza y dijo.

—Siempre vamos a estar acá.

Y luego de sus palabras nos dormimos, la verdad es que esta noche sentí un peso menos, sentí que enserio podía confiar en ellos, que si les contaba mis temas me escucharían y intentarían entenderme.

Pero las inseguridades siempre son una barrera para mi, y todavía no van a saber la historia de mi vida.

N/A
HOLA! HOLA! ¿Como anda esta gente bella? Perdón por la tardanza, pero me agarro un pequeño bloqueo, el capituló esta sin editar y le faltan detalles, en algún momento se le agregarán.
Espero que esto de ir agregándole un poco de misterio les esté gustando.

Si dejan su voto se los agradezco.

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