19. El día en el que Yuri Plisetsky volvió a la vida

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Diario de Mila Babicheva

Fecha: 8 de Mayo 1941

Habían pasado 27 días desde que el profesor Katsuki había comenzado sus intentos para devolverle su vida a Yuri Plisetsky.

27 días de llantos.

27 días de gritos.

27 días de augurios que solo yo y Katsuki éramos capaces de escuchar.

Yuri sufría, y gritaba con cada prueba fallida.

Su alma se revolcaba en dolor y llanto, pero pese a las lagrimas que sus negros ojos derramaban, nunca se dió por vencido. Ni siquiera cuando lo tomaba de las manos y le suplicaba que se detuviera lo hizo, no, ¿cómo podría? Si Yuri era el niño más obstinado que hubiera pisado la tierra.

Yuri no dejaría de pelear, no cuando se encontraba aferrado a ese único rayo de esperanza que el profesor Katsuki le había plantado. Ni siquiera Victor fue capaz de detenerlo.

La verdad, no creí que resultaría.

Y después del día 20 yo ya estaba perdiendo las expectativas.

Pero esta mañana-

Esta mañana las cosas fueron diferentes.

Porque cuando el profesor Katsuki hizo la prueba, recuperé a mi amigo.

Fue por unos minutos.

Pero recuperé a mi amigo.

Yuri abrió los ojos de par en par y se tragó una gran bocanada de aire al levantarse, con ayuda del profesor Katsuki y Otabek, logró sentarse en la cama, y yo me apresuré en acomodar un par de almohadas para darle soporte a su respaldo.

No, Yuri no fue capaz de salir de la cama, y apenas era capaz de mantenerse sentado sin ayuda, pero eso no impidió que sonriera y llorara de la emoción. Los hipidos y sollozos que se le escaparon delataron lo ronca que era su voz, y no me sorprendió en lo absoluto, si hacía años no hablaba.

Otabek parece no haberse dado cuenta, porque en un segundo ya estaba a su lado envolviendo el cuerpecito de Plisetsky entre sus brazos. Yuri se hizo pequeño en el pecho del contrario, arrugando todas las prendas del Altin entre sus manos. Creo que sobra decir que se derramaron lagrimas por parte de los 4. Hasta Yakov lloró un poquito, pude sentirlo.

El profesor Katsuki le hizo un par de preguntar a Plisetsky, pero Yuri no fue capaz de responderlas. En el momento que abrió la boca, se llevó una mano a la garganta, le dolía hablar- realmente le dolía. Las pocas silabas que logró formular fueron incoherentes y casi indescifrables, por eso Katsuki optó por cambiar su método de preguntas por respuestas que fueran "si" y "no", bastaba un simple movimiento de cabeza para contestar.

Yuri estuvo en todo momento tomando a Otabek de la mano, pude sentir como el corazón de ambos se había acelerado desde el momento que la negrura dejó los parpados de Plisetsky y recobraron sus hermosos tonos esmeralda.

Katsuki estaba en medio de su pregunta 7 cuando sucedió.

Otabek se asustó y levanté la cabeza, dejando de lado el pañuelo en mis manos. La mirada de Altin era tan clara como sus emociones, sus manos temblaban y su corazón se apretujaba acelerado.

Yuri ya no tenía sus ojitos esmeralda, y la oscuridad de la noche había vuelto a gobernar su mirada. Sus manos ya no estaban juntas entrelazadas, en su lugar, el cuerpecito del niño yacía contra el pecho de Otabek, Plisetsky había vuelto a ser una muñeca de trapo.

"¿Pe- pero qué pasó?" Otabek demandó una respuesta entre titubeos, quitando los mechones dorados del rostro lechoso de Plisetsky.

Yakov ya se encontraba a su lado inspeccionando al menor de sus alumnos, y Yatsuki había cerrado el cuaderno en donde anotaba algo.

пробуждение [Otayuri] -WW2-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora