Final

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POV MINHYE.

¿Qué demonios acababa de hacer?

Se suponía que yo debía alejarme de DongHae no acostarme otra vez con él, eso demostraba que no podía estar cerca de él, una caricia suya y perdía el raciocinio, era demasiado tentador.

Tuve que salir huyendo de aquel armario después de que alguien abrió la puerta, estaba tan afectada que no me di cuenta de que había dejado mi ropa interior en aquel armario hasta que me senté de nuevo en mi mesa. DongHae volvió minutos después y me miraba con intensidad, sentí otra mirada, provenía de Siwon. Él fue quien abrió la puerta, me sonrojé de inmediato.

La fiesta terminó un par de horas después, al parecer Wook nos llevaría a casa. Nos alistamos, tenía que ir al armario por mi ropa interior, no podía dejarla ahí.

-Necesito ir un momento al baño -le dije a NaMi.

-Está bien, no te tardes.

Volví al armario, me agaché en busca de mi ropa interior, estaba en el suelo buscándola, ¿dónde pudo haber caído?

Estaba tan concentrada que no escuché que la puerta se abría, de pronto vi mis pantaletas frente a mí.

-¿Buscabas esto? -preguntó Hae.

-Sí, gracias -respondí intentando quitárselas pero él las quitó de mi alcance-. Dámelas.

-Claro que no, son mías al igual que tú.

No podía creer su grado de cinismo, ¿cómo era capaz de decirme algo así?

-Lo que pasó hace un momento fue un error, no estaba pensando con claridad... -me interrumpió con un beso.

-No digas nada todavía, tenemos que hablar largo y tendido.

-Me iré con Wook y las chicas.

-Ellos ya se fueron, les dije que yo te llevaría.

-No es necesario, tomaré un taxi.

-Claro que no, irás conmigo o te obligaré.

-No te creo.

Salí del armario, mis pantaletas no importaban, estaba a punto de llegar al elevador, me tomó de la cintura, me cargó por las escaleras, hasta llegar al estacionamiento, no me resistí porque podría causar un accidente. Llegamos hasta el estacionamiento e intenté correr, pero él me alcanzó.

-Déjame ir.

-¿Por qué tienes que hacer las cosas tan difíciles? -me tomó entre sus brazos y me llevó hasta su auto.

Arrancó inmediatamente y llegamos hasta su departamento.

-¿Para qué me trajiste aquí?

-Creo que eso ya lo sabes. Baja del auto.

-No.

-¿Segura?

No respondí y él me sacó del auto como si fuera un costal de papas, no me soltó hasta que llegamos a su apartamento.

-¡Eres un animal!

-Sigue diciendo eso y te voy a demostrar que tan salvaje puedo llegar a ser -respondió con voz sensual.

Me quedé en mi sitio, sin decir nada por unos segundos.

-Bien, te escucho -dije derrotada.

Él sonrió, amo su sonrisa llena de ternura y felicidad.

-Tal vez no me creas pero debo decirte esto de todas maneras, si después de escucharme todavía te quieres ir prometo no detenerte, ¿me escucharás sin interrupción?

Just YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora