Capítulo X

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POV MINHYE.

¿Cómo demonios había conseguido mi teléfono?

Esto no era posible. Dije que estaba equivocado ¿qué otra cosa podía hacer?

Eso no funcionó porque DongHae dijo que reconocía mi voz, le pregunté qué quería, respondió que debíamos hablar sobre lo que había sucedido la noche anterior, le pedí una disculpa y colgué. Ahora sí debía alejarme de él lo más posible, no dormí muy bien por estar recordando sus besos, era demasiado peligroso.

Continué con mi trabajo, me encontré con las chicas en el comedor, todas se veían tranquilas y felices.

-¿Estás bien? Te ves nerviosa -dijo EunHye.

-Claro que estoy bien.

Terminamos de trabajar y las chicas decidieron irse a casa temprano, yo tenía mucho que pensar así que decidí irme caminando.

-¿Por qué quieres volver caminando? -preguntó NaMi.

-Necesito pensar, tú sabes qué. Tengo que despejar mi mente.

-Está bien, no te preocupes. Ve tranquila.

Me despedí de ellas a la salida del hotel y comencé a caminar.

¿Qué debía hacer?

DongHae me gustaba mucho, no podía apartarlo de mi mente. Lo peor de todo es que no sabía si me gustaba porque era mi cantante favorito o porque es un gran hombre. Tenía que descubrirlo, el punto era ¿cómo? Él tenía novia y eso no podía ignorarlo.

Llegué hasta el parque donde él me había traído la ocasión anterior.

¿Por qué quería que recordara este lugar?

Solo podría saber si él me lo decía. Me senté en una de las bancas, es un lugar muy tranquilo, lleno de flores y luz. Me quedé sentada sintiendo la luz de sol sobre mi rostro, de pronto comenzaron a caer gotitas de agua. Abrí los ojos y una lluvia sorpresiva comenzó a bañar todo el parque. Me levanté, comencé a correr y choqué contra algo, mejor dicho alguien, y terminé en el suelo. El agua comenzó a mojarme más.

-¿Por qué no te fijas? -dije levantándome del piso.

-Creo que la que debió haberse fijado eres tú -dijo una voz que preferiría no haber escuchado.

Levanté la vista, ahí estaba DongHae sonriendo y completamente empapado.

-¿Qué haces aquí? –pregunté.

-Vine buscando tranquilidad y me encontré contigo.

Levanté mi bolso, lo ignoré y comencé a caminar. ¿Por qué apareció? Sentí una mano sobre mi brazo, me detuve y él me atrajo hacia su cuerpo mojado. Pude escuchar el latido de su corazón. Nos quedamos ahí parados dejando que la lluvia siguiera mojándonos.

-¿Y tu novia? -dije sin poderlo evitar.

-Ella no importa.

-¿Cómo que no importa? -dije apartándome de él.

-No importa porque no es mi novia.

-¿Qué?

-Lo que escuchaste, bonita. Esa chica y yo no somos nada.

-¿Entonces por qué...?

-¿Por qué me besó?

-Sí.

-Porque ella sí quería algo conmigo pero yo no así que quiso obligarme.

Esa respuesta me confundió en vez de aclarar mis dudas.

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