Capítulo IV

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POV MINHYE.

¿Qué demonios pretendía DongHae con sus acciones?

Primero lo del auto, luego el restaurante y después el beso. No entendía el porqué de su comportamiento y para colmo de males a la tonta de NaMi casi se le escapa decir que él me gusta.

Era bonito cuando yo sólo pensaba en DongHae como un cantante que me gustaba mucho pero nada más, en esos momentos cuando lo tenía cerca pensaba cosas que no debería y eso estaba mal, debía alejarme de él a como diera lugar, él era mi amor platónico y debía quedarse así porque no quería descubrir qué es lo podía suceder si llegaba enamorarme de verdad de él.

No pude dormir muy bien, me la pasé soñando con DongHae y su hermosa sonrisa, lo bueno era que teníamos el día libre. Me levanté temprano como siempre ya que no pude seguir durmiendo, preparé mi desayuno y algo especial para NaMi, ella se levantó cuando yo estaba terminando de cocinar.

-Buenos días -dije sonriendo.

-¿Qué tienen de buenos? -respondió ella de mala gana.

Tenía una cara que muy pocas veces había visto.

-Todo, que tú hayas amanecido de mal humor no significa que el día sea malo –dije sonriendo.

-Muy graciosa.

-NaMi tú solita te bebiste esas botellas de soju así que ahora atenté a las consecuencias.

-Lo sé, ese tipo me saca de quicio.

-¿Cómo te puede sacar de quicio si sólo lo has visto dos veces?

-No lo sé, simplemente no lo soportó -comenzó a comer lo que le había preparado-. ¿Qué se trae ese DongHae contigo?

-¿Conmigo? Nada, ellos sólo vinieron a agradecer así que no le des importancia.

-Lo que pasó en el restaurante no fue normal, él te miraba extraño.

-Tal vez fue por tu casi metida de pata.

-¿Cuál?

-Cuando llegaron, casi dices que él es quien me gusta.

-Ah eso.

-Ah eso -dije imitándola-. Yo creo que por eso me miró extraño.

-No lo creo, MinHye, ese chico se trae algo entre manos.

- Deja de decir tonterías y mejor come.

Continuamos comiendo tranquilamente, las palabras de NaMi me confundieron más. Limpiamos la casa cuando terminamos de comer, creía que después de nuestro encuentro de la noche anterior no volvería a verlo y así tendría paz mental.

Yeo Ri nos llamó para decirnos que todo estaba maravillosamente bien con Jong, estaba más que feliz de escuchar eso. Ellos debían estar juntos. NaMi y yo fuimos al super mercado, cuando llegamos nos encontramos con un enorme ramo de flores en la puerta de la casa.

-¿Y esto? -dijo ella.

-No lo sé. ¿Serán para ti? Tal vez te las envió Leeteuk -dije riendo.

-¿Leeteuk? ¿No se llama Jung Soo?

-El primero es su nombre artístico, ¿no escuchaste cómo lo llamábamos anoche?

-La verdad es que no me acuerdo. Revisa la tarjeta, tal vez se equivocaron de departamento.

-Hay que entrar primero, las bolsas pesan mucho.

NaMi abrió la puerta, entramos, dejamos las cosas en la mesa y volví por el florero. Abrí la tarjeta:

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