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  Nat se dio cuenta al día siguiente que Steve no podía tener efectos de alcohol, y como ella se sentía confundida, se creyó que había excedido límites y Steve solo intentaba ser amable, y lo confirmó.

Cuando se despertó al otro día, Steve dormía en su cama solo que estaban separados por James que también dormía. Se levantó de ahí y caminó hacia la sala, viendo a Yelena sentada con una taza viendo a la ventana.

—Buen día.

—¿Había café?

—Ya no—contestó Yelena y Nat suspiró.

—Supongo que iré a comprar.

—Te acompaño, ¿Puedo?—ella lo dudó pero asintió. Y antes de salir, fue a cambiarse y dejar su regalo de Navidad a los pies de la cama donde seguían durmiendo los dos.

Steve se despertó poco después con el llanto de James y cuando se removió, no vio a Natasha ni sentía movimiento. —Bien pequeño, buen día también—este se desperezó mientras tomaba a James en brazos, y ahí, fue cuando vio la caja con una nota arriba.—¿Qué ha hecho tu madre?—Steve dejó a James en la cama, abrió las cortinas para dejar entrar luz y tomó la nota.

"Salí de compras con Yelena. Esto es para ustedes"

Steve sonrió y se sentó al lado de James, moviendo la caja frente a ellos.—¿Qué crees que será?—acarició la cabeza del pequeño y abrió la tapa. Su rostro soltó una expresión que mezcló varios sentimientos: había un pequeño conjunto de bebé que decía "Mi papá es el capitán América" y entre las palabras, adornaba un escudo. Pero lo que era aún más tierno, era otra remera más grande que decía "Y yo soy capitán-papá América"—Es increíble, ¿lo sabes?—James miró a su padre, pero este estaba sentado, adormilado y con su chupón.—Tu madre. Ella lo es.

Y los días pasaron, y al próximo fin de semana, celebraban un año nuevo con Yelena: al próximo día se iría por un tiempo indefinido.

—Extrañarás a la tía Yelena, lo sé—asintió la rubia mientras Steve tenía una cerveza en su mano y veía a ambas rubias sentadas en el suelo con el pequeño quien amaba la atención.

El mayor a veces se sentía aturdido, especialmente por los sentimientos y el convivir con Nat quien actuaba como si no hubiera pasado nada, lo cual provocaba un gran dolor. Tal vez siquiera lo recordaba, pero él si, demasiado.

—Entonces, ¿Qué opina el abuelo con brazos fuertes y una camiseta de capitan- papá América?

—¿Qué?

—папа влюбляется —Steve miró a Natasha quien pareció indignada hacia aquello.

—Yelena.

Peace // RomanogerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora