Capitulo 21

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Había pasado una semana desde que se habían llevado a Harry. Severus estaba cada vez más preocupado y le estaba costando dormir bien por las noches, gracias a las interminables pesadillas que tenía. Albus y Minerva seguían buscando al niño, ya habían ido de excursión al bosque pero no habían encontrado nada, salvo huellas de lobos pero estas se borraron a la noche por la lluvia. Albus había propuesto pedir la ayuda de los Aurores del Ministerio, pero Snape se había negado volviendo a explicarle por enesima vez en el día que el Ministerio no debía enterarse de nada. La manada de Severus también había ayudado en la búsqueda, aún en sus formas humanas ( ya que no se arriesgarían a cambiar de forma frente a los estudiantes) tenían sus sentidos mucho más desarrollados que los magos y humanos. Había seguido el rastro de Harry esa noche que Severus descubrió que se habían llevado a su cachorro, pero cuando lo estaban siguiendo una lluvia torrencial callo sobre el bosque haciendo que perdieran el aroma del bebé.  Ahora Severus se encontraba en la torre de astronomía apoyado sobre el barandal que impedía que se cayera de metros de altura. Snape observaba como caía la lluvia sobre los terrenos del castillo, era cerca de las tres de la mañana y no podía conciliar el sueño nuevamente, pensado en como estaría su cachorro, que le harían los hombres lobo a  su hijo y en el peor de los casos si aún seguía vivo.

— que quieres?— pregunto Snape

— ver cómo estabas— respondió una voz que Severus conocía perfectamente

Snape miro a Liam que estaba con una bata color negro

— estoy bien— respondió Snape volviendo a mirar la lluvia caer

— no estás bien Severus— comento Liam parándose a su lado — tienes que descansar. Cuando encontremos a Harry debes estar preparado para una posible  pelea contra los hombres lobo. Ya que no lo dejarán por las buenas—

Snape no respondió y solo se pasó las manos por su rostro

— tiene que estar vivo — susurro Severus abatido

Los gatos infierno eran muy orientados a la familia, lo que significa que si uno se pierde o desparece los demás lo sufrirán muchísimo. Peor era en el caso de que un cachorro fuera separado de su manada o clan, Harry al ser tan pequeño casi un recién nacido  necesitaba a Severus, lo necesitaba cerca, necesitaba que lo cuidara y le enseñará a como ser un gato infierno. Nunca jamás un cachorro debería separarse de su guardián ya que podía causar graves daños tanto al cachorro como a su padre/madre o guardián. Severus sabía esto y por eso estaba tan ansioso por encontrarlo, Harry ya había sufrido bastante con los  Dursley y no necesitaba otro trauma más para agregar a su lista. Liam se quedó con su compañero por lo menos venite minutos más hasta que lo convenció de irse a dormir, ya que no lograría nada con  pasar la noche despierto.

A kilómetros de distancia del castillo Hogwarts se encontraba Harry Potter, aún estaba en la celda dónde lo tenían encandenado como si fuera un perro doméstico. Harry estaba muy débil, no había comido nada en ninguna de sus dos formas, estaba acostumbrado a pasar hambre en los de sus tíos, pero había perdido algo de "resistencia" para pasar varios días sin comer desde que estaba con su guardián. También al ser tan pequeño era más difícil la situación. Los lobos se habían turnado para entrar a la celda dónde lo tenían y propinarle algunos golpes que su pequeño cuerpo no resistía con tanta facilidad que su cuerpo de adolescente. Harry no se había quejado en lo absoluto y había dejado que hicieran con el lo que quisieran, total, como se podría defender un niño de apenas dos años ante criaturas sobrenaturales como los hombres lobo? Mientras Harry se encontraba sentado en una esquina de la celda había tenido tiempo para pensar a pesar del dolor que su pequeño cuerpo sentía. Que había pasado con Severus? Lo estaría buscado? Seguiría enojado por que rompió una vez más sus reglas? Aún quería ser su guardián? Habría encontrado otro cachorro al cual cuidar? Lágrimas intentaron brotar de sus ojitos pero había llorando tanto estos últimos días que su lagrimal estaba bastante seco y no producía ninguna lágrima. Le dolía pensar que su guardián pudiera seguir enojado con el y no fuera a buscarlo, ya habían pasado varios días ( de hecho ni sabía cuántos días pasaron realmente ) y Severus no aparecía a rescatarlo.
Harry estiró su manito y noto como todo su brazo estaba lleno de moretones de todos los colores, hizo una mueca y se miro su otro brazo que mantenía contra su pecho, este tenía menos moretones que el otro pero sin duda estaba quebrado, ya que le dolía inmensamente cada vez que lo movía aunque sea un poco. Su estómago volvió a gruñir por millonésima vez en el día, realmente tenía hambre y no podía comer nada.

De repente sintió una presencia de hombre lobo que se acercaba a la celda, pronto pudo escuchar sus pasos que se acercaban. Harry se quedó allí muy quieto, miro hacia arriba para ver a Alan que entraba con una chica a su lado. Alan sonrió al cachorro

— aún sigues vivo?— pregunto Alan — eres resistente como todos los de tu especie — se burló

La mujer sonrió

— hierba mala nunca muere Alan — cito la mujer

— tienes razón Emilia — comento Alan acercándose al cachorro — sabes? Hemos estado averiguando algunas cosas  sobre tu asquerosa especie. Sabes que averiguamos? —

Harry no dijo nada y miro hacia abajo, pronto sintió como unas garras se clavaban en su rostro y lo obligaban a mirarlo, Harry  negó con la cabeza

— responde!!!— gruño Alan haciendo brillar sus ojos dorados

Harry intento decir algo pero parecía que las palabras  se quedaban atascadas en su garganta. También se dio cuenta que estaba temblado y no era de frío exactamente. Alan gruño al cachorro y este intento retroceder pero la pared se lo impedía.

— tu padre no te ha enseñado nada sobre respetar a tus mayores — gruño Emilia con enojo

— bueno, hagámos un favor a... Cómo se llamaba? Ah si Severus y enseñemos a su cachorro algo de respeto — gruño Alan estirando su mano hacia Harry

Harry abrió grande los ojos y uso su mano que estaba sana para cubrirse el rostro pero el golpe nunca llego, Harry bajo un poco su brazo para mirar al hombre lobo que observaba algo en la muñeca del bebé

— que es esto?— pregunto Alan a nadie en particular

La mujer se acercó e inspeccionó el objeto

— parece una pulsera mágica — dijo la mujer

Alan entrecerro sus ojos pensando, pronto una sonrisa decoro su rostro

— es una pulsera para que el  mantenga su forma humana — dijo Alan

El hombre lobo tomo la pulsera con sus garras y la arranco de la muñeca del niño, Harry sintió con dolor agudo cuando las garras perforaron su piel pero aún si no emitió ningún sonido. Cuando la pulsera fue sacada Harry sin pensarlo  ni quererlo realmente  se transformó en cachorro.
Grave error,  las emociones de peligro lo golpearon como un tren a toda velocidad, el odio que emitían los lobos en su celda era tan fuertes que hizo que retrocediera, pero de un momento a otro su mente racional dejo de serle útil y el instinto de supervivencia se hizo cargo. Harry corrió con todas sus fuerzas hacia la puerta de la celda, pronto escucho un par de risas, levanto la vista para ver a los dos lobos riéndose de el, ahí se dio cuenta que realmente no había salido corriendo sino que apenas había podio dar dos pasos antes de caerse.  El miedo volvió a inundar su ser y la sensación de que moriría ahí cada vez era más fuerte, Harry comenzó a maullar intentando llamar en vano a su padre, las risas de los lobos se hizo más pronunciada

— llamas a tu padre cachorro idiota?— pregunto Emilia — crees que realmente si le importas hubiera esperado tanto tiempo para buscarte? —

Harry la miro miserablemente, necesitaba a su padre pero al parecer Severus no iba a venir por el.  Harry pronto fue elevando en el aire y quedó a la par del rostro del hombre lobo

— Emilia, cuentale a nuestro invitado que hemos averiguado sobre ellos — ordenó Alan mientras observaba al cachorro que tenía en su mano

— parece ser que nuestra mordida es letal para ellos— explico Emilia — lo han ocultado bien durante siglos  la verdad — 

Alan sonrió y miro hacia la ventana donde la luz de la luna llena que había esa noche entraba a la celda. Los ojos de ambos lobos brillaron y Alan le dedicó una sonrisa muy filosa hacia el cachorro que estaba muy quieto del miedo que sentía

— es hora de ver qué tan letal puede ser — gruño Alan — transformate — ordenó

Pero Harry tenía tanto miedo que había olvidado como transformarse nuevamente. El lobo gruño y lanzo al pequeño cachorro  contra una pared, se escuchó como algo crujió y la pequeña pantera cayó al suelo inmóvil

En Hogwarts Severus Snape se despertó de golpe jadeando ante la terrible pesadilla. Algo le decía que a su cachorro no le quedaba mucho tiempo de vida. Esa horrible sensación que parecía estar impregnada en su cuerpo y alma no iba a desaparecer hasta que encontrará a su hijo, o hasta que esté muriera

OoO
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Herencia (Severitus) Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora