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La academia Kimetsu sufre una gran perdida de dinero y las deudas crecen bastante rápido. Un día el presidente de Japón, Muzan Kibutsuji va a cobrar la deuda que tenía pendiente en estás, aunque no contaba con alguien.
Tamayo...
Muzuko bajo los escalones para apreciar a su "publico" fue directo al piano, las notas musicales empezaron a sonar, lo invitados se quedaron fascinados ante tal talento con excepción de Muzan, el sabia cual era la partitura y no indicaba ningún sentimiento de felicidad, era ira , enojo, los ojos de Muzuko y los de Muzan se encontraron.
y esas miradas decían: "estas en problemas" las personas no saben de lo que es capaz Muzan, pero es si lo sabe, porque ha manchado sus manos con sangre muchas veces.
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𝐾𝑂𝑁𝐼𝐶𝐻𝐼𝑊𝐴, 𝑆𝐴𝑌𝑂𝑁𝐴𝑅𝐴 𝐷𝐴𝐷𝐷𝑌
— Judas —
Los invitados empezaron a aplaudir, Muzuko hizo un reverencia, no dijo nada, subió las escaleras para sentarse en las piernas de su madre, ella lo felicito, Tamayo no era estúpida, sabía lo que sucedía, esa partitura era única en su clase, ella la había compuesto para su primer «Desamor» no sabía que Muzuko todavía la recordaba, tan solo era un niño. Muzan no quiso decir nada, solamente observó, la velada había Sido todo un éxito, Aunque las copas se le subieron a Tamayo.
— Mi señora por favor deje de beber.
— Ya te dije que no eh tomado ni una sola copa, no puedo dejar a mi hijo por ahí.
— Incluso ebria no deja de pensar en su hijo.
— Hijo mío ven con mami ¿Si? — Tamayo abrió sus brazos, Muzuko camino hacia ella, correspondió el abrazo — Mamá te ama mucho mucho, mucho...fuiste lo mejor que me pasó en la vida, sin contar a la porquería de tu padre, tu eres diferente a el.
— Mamá mejor ve y descansar.
— Lo haré si tú lo haces.
— Bien, entonces me voy.
Daki llevo a Muzuko a su habitación, era lo mejor para el, verse así era asqueroso, Tamayo le pidió a Nakime que se retirará, los largos pasillos de la mansión se le hacía largos a la ojilila, abrió la puerta de lo que creía ella que era su habitación pero no era así.
Unas pequeñas Mancha llamaron su atención, las tocó, sus ojos se abrieron de par, era sangre, Tamayo giro a ver a la dirección de la habitación ¿Qué sucedió aquí? Esto y Miles de preguntas se le venían a la mente pero ninguna respuesta, Ella trago en secó, tomo cuidadosamente la perilla, abrió la puerta, el estaba ahí ¿tenía que pasarse por alguien inconsciente? El la miro directamente a los ojos, su mirada era penetrante la asustaba, ella sonrió ante su acto, no era una sonrisa nerviosa ni una forzada, era una de alegría.
— Muzan~♡
— ¿Qué haces aquí?
— Te estaba buscando, quería preguntarte algo-
Tamayo giro, se quedó paralizada, había un hombre atado a una silla, bastante maltratado, rompió en llanto estaba suplicando ayuda, ella no podía hacer nada, era el poder y la fuerza de un hombre ¿Contra ella? Ni siquiera tenía una oportunidad contra Muzan.
