✫...
┊͙[Ꭰꫀꪑꪮᥒ Ⲋᥣᥲᥡꫀɾ] !
La academia Kimetsu sufre una gran perdida de dinero y las deudas crecen bastante rápido. Un día el presidente de Japón, Muzan Kibutsuji va a cobrar la deuda que tenía pendiente en estás, aunque no contaba con alguien.
Tamayo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— No sé...Muzan por favor... tráeme a mi bebe, el es un loco psicópata, quien sabe lo que le hará contal de que yo vuelva con el ¿y si lo lastima?
—No pienses así, el no le pondrá un dedo encima, yo te lo traeré de vuelta eso te lo prometo.
Las declaraciones eran bastantes fuertes, siempre que haiga calma y paz, viene un gran tormento de huracán. Las familias se cuidan entre si, pero este no era el caso, el dinero y el poder son decisiones mucho más importante que eso.
Grandes lazos de sangre unirán a padre e hijo sin importar que tan lejos y difícil sea la situación, para destapar una gran mentira en la familia Kibutsuji.
𝐾𝑂𝑁𝐼𝐶𝐻𝐼𝑊𝐴, 𝑆𝐴𝑌𝑂𝑁𝐴𝑅𝐴 𝐷𝐴𝐷𝐷𝑌
— Lazos de sangre —
La maternidad y paternidad, son conceptos bastantes diferentes pero iguales en un cierto sentido, y es que muchos de nosotros podemos ser una figura tanto en materna como paterna, ya que son figuras que los niños necesitan para un mejor desarrollo.
Son aquellas personas que se dedican a dar toda su vida y tiempo por ti, ¿Porque? ¿Es por amor? ¿O por otro cuestión? Nadie, sabría que responder a esas preguntas, pero la inocencia de un niño es bastante mutua.
[...]
La noche ya había caído, nadie daba con el paradero de Muzuko, aquella desesperación creí aún más en el corazón de Tamayo, todos en la mansión ya se hacían muy preocupados por su joven amó, pero no recibían respuestas por parte de Muzan.
Solo Rei era la única que tenía la chispa de aquella felicidad en su vida, pues no era muy sorprendente para nadie, era evidente que ella ya se alegraba del martirio de la esposa de su anterior marido.
— Vamos Muzuko, solo tienes que sonreír.
— Claro, lo are cuando te vea a diez kilómetros de mi, ¿Entiendes?
— Eres un amargado, Para ser un niño tienes la mente de un adulto, Aunque eso solo lo haces cuando estás conmigo.
— Cállate pedazo de mierda.
— ¿Oye y ese vocabulario?
— ¡Oh! pensemos ¿Quién es el me ah enseñado esto? Tu, a mi no me regañes no tienes ni el mínimo derecho de hacerlo.
— Para ser un niño eres bastante rencoroso, no tienes nada de tu madre, ni siquiera de mi...creo que sacaste mucho más el carácter de la familia de tu madre.
