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La academia Kimetsu sufre una gran perdida de dinero y las deudas crecen bastante rápido. Un día el presidente de Japón, Muzan Kibutsuji va a cobrar la deuda que tenía pendiente en estás, aunque no contaba con alguien.
Tamayo...
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«Dios perdóname por estar del lado del infierno, pero es tu culpa por crear a un hombre tan defectuoso, Aunque perfecto para mis ojos. »
Tamayo pensó en esos momentos, tiempos buenos venían en camino pero no durarían mucho, la envidia de las personas siempre serán un veneno para el corazón.
𝐾𝑂𝑁𝐼𝐶𝐻𝐼𝑊𝐴, 𝑆𝐴𝑌𝑂𝑁𝐴𝑅𝐴 𝐷𝐴𝐷𝐷𝑌
— Declaraciones —
"Los psicópata tienen un tipo de conducta que los hace diferenciar de los demás y es su actitud narcisista, la cuál hacen que se sientan superior a las demás personas sin importarles que, siempre querían ser el centro de atención. Su gran don se distingue gracias a su manipulación, manejan a su víctima con aquellos errores que ellos cometieron, dándoles la razón en todo. Ellos los hacen creer que lo hacen por amor y que no tienes la aprobación de los demás, como decir que alguien hablo mal de ti a tus espaldas. Esas son unas de sus técnicas, siempre querrán que dependas de ellos sin importar que, esas son sus conductas."
La carpeta fue cerrada, los miembros aplaudieron ante tal discursos. Los novatos hicieron un gran trabajo. Estaban felices habían trabajado mucho para presentárselo a la directora del hospital, ella se sentía muy orgullosa de ver grandes avances en el hospital.
— Eso estuvo muy bien preparado y muy bien investigado a fondo.
— Muchísimas gracias Lady Tamayo, es un honor para nosotros que nos halla atendido después de su recuperación.
— No tienen por que agradecérmelo, fue un placer para mi, espero y les valla así con el consejo.
— Eso esperamos, el director es muy difícil de complacer pero creo que esta vez lo vamos a convencer.
— Y tienen la suerte de contar con mi presencia — Los presentes se sorprendieron, Ella jamás asistía a esas reuniones, se les hacia muy molestas. Sus novatos daban lo mejor de si para que ese viejo cascarrabias se los negara, le repugnaba la idea. — Así como lo escucharon...van a contar con mi parecencia, espero y no me decepcionen.
Los presentes salieron de la sala, la puerta del auditoria se abrió. Eran Daki y Nakime, era su trabajo cuidar a su ama desde fuera de casa, aunque a ellas no les molestaban en lo absoluto. Pero si no fuera por un pequeño problema.
— Akaza ¿Creía que te habías ido hace un buen rato? — Akaza ere uno de los empleados más distinguidos para Muzan, su fama de ser muy leal lo había hecho ganar la aprobación de Muzan, sobre todo que sabia que el no le pondría un dedo encima a su mujer, ya que el estaba comprometido con su amada novia.
