muerto en vida ☆ yeongyu

doce

sentir el frío abrazador del hospital una vez más a yeonjun le traía malos recuerdos- terribles recuerdos. la sala de espera, el eco que hacían los pasos de los doctores cuando le pasaban al lado, la voz suave de la recepcionista que recibía a los que llegaban; todo le provocaba naúseas.

cuando estaban en el parque de diversiones y yeonjun estaba a punto de declararse hacia beomgyu, él comenzó a delirar. entró en un estado que yeonjun ni siquiera pudo describir al teléfono cuando llamó a emergencias. nunca lo había visto así.

pero si él estaba tan bien... ¿cómo pudo pasar esto?

— junie. — la voz de su madre le hizo levantarse de golpe de la silla y acercarse a ella lo más rápido que pudo.

— ¿qué pasó? ¿cómo está beomgyu? — la mayor le murmuró que se calmara.

— él sufrió un ataque, cariño. — frunció el ceño, sin entender a lo que se refería.

— ¿un ataque? — asintió.

— un ataque de ansiedad. — explicó. — ¿él está tomando antidepresivos?

— no. — negó de inmediato y rotundamente. — ya ni siquiera está tomando los somníferos. no los necesita.

— los necesita, yeonjun. — casi que lo interrumpió, poniendo sus manos sobre sus hombros para tranquilizarlo un poco. — ¿estás seguro que beomgyu no toma los antidepresivos?

estaba a punto de contestar que sí, pero dudó. él no podía asegurar eso dado que no estaba con beomgyu las veinticuatro horas del día, incluso en el instituto habían momentos en los que debían estar separados por horas.

— no... no lo sé. — murmuró con la voz temblorosa.

— ¿su recuperación fue paulatina? — volvió a preguntarle con calma, intentando no alterar más al más pequeño.

— no... un día volví y... él estaba haciendo la comida. había limpiado todo. hizo sus deberes y luego volvió a la escuela como si nada. — enumeró observando un punto perdido del piso. si lo decía así y lo planteaba con todas las opciones, lo que su madre le decía comenzaba a tener sentido. — ¿crees que pueda estar tomando antidepresivos a mis espaldas?

— no lo sé, amor. ahora mismo le están haciendo unos exámenes que nos lo dirán. — yeonjun asintió lentamente. — esperemos que no.

¿beomgyu sería capaz de tomar antidepresivos en secreto? yeonjun creía que no, el beomgyu que él conocía no haría nada sin decírselo o por lo menos planteárselo antes. aunque, ahora que lo recuerda, tuvo esa conversación extraña con el castaño hace un par de días.

— los antidepresivos son horribles, ¿no crees? — ambos estaban recostados en la cama, con las cabezas pegadas, observando el techo y sumidos en el silencio que llenaba el departamento.

— supongo... ¿por qué lo dices? — le cuestionó confundido por su repentino y extraño tema.

sintió como se encogía de hombros.

— ¿qué harías si yo tomara antidepresivos?