cinco

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por primera vez en mucho tiempo, yeonjun comenzó a llorar. en silencio. mientras veía a beomgyu sollozar sobre el cuerpo de beomhyun.

finalmente, había muerto.

estuvo, quizás, unos diez minutos hablando con él hasta que lo tuvieron que sacar de la habitación cuando el mayor comenzó a temblar y repentinamente se detuvo. intentaron muchas cosas, pero simplemente había terminado y no podían hacer nada por él.

— jun...— la voz suave de su madre le llamó la atención e hizo que se limpiara las lágrimas de los ojos. ella le estaba ofreciendo una taza de café humenate, la cual él rechazó. — es tarde, deberíamos ir a casa.

— ¿mamá? — ignorando sus palabras, la llamó en voz baja.

— ¿sí, cariño?

— ¿por qué tuvo que pasarle esto a él? — su voz tembló. no podía apartar la mirada del interior de la habitación, por mucho que le doliera, sentía que simplemente no podía.

ella suspiró.

— mera casualidad. — contestó acariciando su cabello. — beomhyun sólo estuvo en el lugar equivocado, en el momento equivocado.

— pero... los demás sobrevivieron, ¿no? — asintió. a ella sin duda alguna le dolía la situación de beomgyu, pero era peor ver a su hijo tan dolido por lo que estaba pasando. — ¿por qué él no? ...es tan injusto.

— la vida no es justa, mi amor. — recostó la cabeza del menor sobre su pecho y continuó consolándolo, como si volviera a tener seis años y estuviera llorando porque rompió uno de sus juguetes favoritos.

si tan sólo fuera eso.

— ¿por qué él? — sollozó.

— ¿te refieres a beomhyun? — negó enjugando sus lágrimas. — lo único que podemos hacer por beomgyu es ayudarlo lo mayor posible, cariño. no podemos cambiar las cosas.

— pero siento que...— hipó sintiendo el toque suave de su madre sobre su cabello. —...que nada de lo que diga o haga lo hará sentir mejor.

— es porque su hermano murió, amor. entiéndelo.

— ¡lo hago! pero...— se levantó, deshaciendo el agarre que tenía la mayor sobre él. —...me duele verlo así.

— a mí también me duele. — arropó las manos del menor con las suyas. — pero ofrecerle nuestro apoyo es todo lo que podemos hacer.

no dijo nada. la cabeza y el pecho le dolían de tanto llorar, pero eso no le importaba.

» sé lo mucho que quieres a beomgyu, y créeme que eso es suficiente para saber que todo lo que has hecho por él está bien, mi vida. — dejó un beso en su frente y se puso en pie, dispuesta a marcharse. — no te mortifiques.

no te mortifiques. pensó que sus palabras no tenían mucho sentido mientras veía como el castaño continuaba llorando desconsoladamente abrazado al cuerpo inerte de lo que alguna vez fue su hermano mayor.

algo dentro de yeonjun le decía que el beomgyu que antes conocía se había desvanecido poco a poco desde el día del accidente. y esa noche la poca esencia que quedada de él finalmente se había ido.

beomgyu no volvería a ser el mismo después de todo lo que había pasado. y era algo que a yeonjun le aterraba aceptar.

muerto en vida ☆ yeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora