diez

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— ¿no le molestará? — yeonjun negó ante la pregunta del menor mientras continuaban subiendo escaleras.

— en absoluto. beomgyu lleva semanas preguntando por ti. — soobin sonrió. le sentaba bien ver tanto a beomgyu como a yeonjun mucho mejor, ambos parecían estar más tranquilos estas semanas.

aunque eso era lo que yeonjun le contaba a él.

» uhm... soobin, antes de que entremos... hay una cosa que no te dije. — se detuvo frente a la puerta del departamento, confundiendo al más alto con sus palabras. — como beomgyu está tomando las pastillas para dormir, a veces está... a veces confunde a las personas y es probable que te llame por un nombre distinto.

— ya... ¿y no quieres que le corrija? — yeonjun volvió a sacudir la cabeza, y el pelirrojo suspiró. — bien, no diré nada.

el más pequeño murmuró un suave agradecimiento antes de abrir la puerta y dejarle entrar.

encontrándose con beomgyu sentado en el piso escribiendo algunas cosas en un cuaderno, yeonjun decidió jugar un poco con él y se acercó en sumo silencio, cubriendo sus ojos con sus manos.

— ¿yeonjun? — preguntó de inmediato al ver nada más que obscuridad frente a él y sentir el inconfundible aroma dulce que el pelinegro siempre tenía y que a él tanto le gustaba.

— adivinaste. te traje una sorpresa, alguien vino a visitarte. — quitó las manos de sus ojos y dejó que se diera vuelta. al ver a soobin sonriéndole, jadeó y se levantó a abrazarle en un salto.

— ¡hyung, sí viniste! — comentó emocionado aún entre sus brazos, apretándolo con fuerza y poniéndose un poco sobre las puntas de sus pies para poder alcanzarlo.

— por supuesto. — él también le apretó hacia sí. — te extrañé mucho, beom.

— yo también te extrañé, hyun. — la sonrisa que había en el rostro de soobin se desvaneció, y sus ojos se posaron inmediatamente sobre yeonjun, el cual lo vio por un momento antes de bajar la mirada.

él pensaba que se trataba de beomhyun.

» ¿por qué tardaste tanto en venir? — se soltó de su agarré y casi le regañó.

— estaba ocupado...— sentía que iba a llorar. definitivamente iba a llorar. — ¿puedo abrazarte un poco más? de verdad te extrañé muchísimo.

beomgyu sonrió antes de volver a rodear su cuello con sus brazos. y fue entonces que un par de pequeñas lágrimas se deslizaron por sus mejillas. por alguna razón, yeonjun se sentía culpable por eso; debió habérselo dicho de frente y soobin quizás no estaría tan dolido en ese momento.

— hyung, estás llorando. — comentó con un tono que combinaba sorpresa y preocupación. — ¿estás triste?

— no lo estoy. — negó inmediatamente, forzando una sonrisa. — al contrario, lloro de felicidad... porque quería verte.

— hm... qué casualidad. yeonjun también llora mucho de felicidad, ¿no, junie? — el mencionado asintió sonriéndole un poco antes de que beomgyu se volviera hacia el más alto de nuevo, acunando sus mejillas entre las palmas de sus manos. — no llores, hermanito. no es lindo.

pero sus palabras sólo lo hacían llorar más y más. estaba triste; nunca había sentido algo así. huening kai y su madre le advirtieron sobre esto y él dijo que estaría bien y que ya lo sabía.

pero la sensación de estar perdiendo a su mejor amigo nunca se había sentido tan real hasta ese momento.

muerto en vida ☆ yeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora