Sobres De Color Rojo - Imagina con Rosé

17

Abrí mis ojos y miré mi ahora gran habitación, con mi prometida a un lado,  abrazándome con fuerza.

Realmente no creí que después de un año, esa idea de un café explotaría demasiado, aunque en realidad, mi futura mujer tuvo mucho que ver, hizo cosas a mis espaldas y un día llego lanzándome una carpeta.

"Estás por encima de Starbucks"

Después vinieron regaños de su parte, diciendo que tenía que hacer algo con todo el dinero que tenía, y en realidad, en mis planes no estaba comprar una gran casa, pero lo hice porque pude y fui casi obligada.

No es un secreto para el mundo que la mayoría de mis ganancias es para la empresa y en donaciones a la gente que necesita apoyo, aunque eso sólo me hizo generar aún más dinero.

– Amor, despierta – Acaricié su mejilla.

– No... – Frunció el ceño.

– Tienes que preparar lo de la reunión – Reí.

– Me estoy arrepintiendo... – Hizo un puchero.

– Vamos... – Pegué un bostezo y besé su frente.

Aún recuerdo la primera reunión que hizo para presentarme ante sus amigos y trabajadores como su novia... fue tan...

Hace Más De Un Año

– No sabes lo bien que te ves vestida así – Dijo Rosé mientras sonreía y yo me miraba al espejo.

– ¿Enserio?, ¿Tú crees? – Miré la gabardina que combinada con el pantalón de mezclilla.

– Sí... – Sonrió y se acercó a mí.

– Haces que este vestido se vea bien – Besé su mejilla para no arruinar su labial.

– Déjame hacer algo... – Miró mi cuello.

Dejó un beso en mi cuello, dejándolo pintando, para después cubrirlo con mi ropa, pero aún así podía verse.

– Vamos abajo, nos están esperando – Tomó mi mano.

Al bajar los primeros escalones, todas las miradas estuvieron en nosotras, ella de nuevo puso ese rostro serio que todo mundo conoce. Con su brazo entrelazado con el mío, nos detuvimos unos escalones antes de terminar, y ella saludó a todos.

Yo no conocía a nadie, nunca había visto a sus amigos, y los trabajadores no los conocía, pues no eran los de aquel edificio que tan bien me tratan.

– Me da gusto que todos hayan venido a esta reunión – Dijo Rosé.– Muchos ya conocen de que se trata esto, se hace una reunión cada año, nada fuera de lo común... pero esta vez quiero dar una noticia antes de continuar.

Todos se miraron confundidos, y aún peor, me miraban a mi sin saber quién era yo, pues entre toda esta gente importante, sentía que yo no era nada ni nadie.

– Como ya saben, no me importan las opiniones ni los concejos de los demás, cuando tomo una decisión, es lo que se hace y punto – Miró a todos.– Es de mi agrado presentarles a _______, mi novia.

Todos se miraron entre ellos sorprendidos, algunos con el ceño fruncido ya que se encontraban confundidos, otros con sus bocas casi abiertas, y otros riendo ya que parecía que no lo creían.

– Espero que esta noche, todos la traten con el respeto que se merece, porque ella no es una de ustedes, es una de las mías, y contandola a ella, solo somos dos – Ella me miró y yo la miré.

No pude evitar sonreírle amistosamente como suelo hacerlo, ella me regresó esa sonrisa y todos se quedaron callados.

– Sigamos con la reunión de esta noche – Dijo mientras acomodaba mi suéter.– Vamos, debo presentarte con todos.