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He estado pensando en abrir una cuenta en el banco... pero si Park me sigue dando dinero de esta forma, podría meterme en serios problemas.

– ¿Qué hago? – Solté un suspiro.– Por lo menos me dieron el departamento hoy mismo – Dije sentada en el suelo del departamento.– Solo sacaré mi ropa de casa... aunque en realidad, creo que pude haber buscado otro hogar no tan llamativo... si mis padres se enteran que vivo aquí, querrán venir...

Por lo menos ya tenía donde estar, aunque no tenga cama.

– Debería de ir a...

Mi celular comenzó a vibrar, era una llamada de Park.

– ¿Sí? – Pregunté mientras me ponía de pie.

– ¿Dónde estás?

– ¿Eh? – Abrí mis ojos.– Lo siento, lo olvidé, llegó en unos minutos.

Terminé la llamada y salí corriendo del departamento. El tiempo me pasó volando, por suerte no estaré viviendo lejos de la universidad, así llegaré rápido.

Narra Rosé

– No fue lo que esperaba con ella... pero no sabía cuanto me excitaba que alguien me dominara... – Solté un suspiro.– Aunque ahora lo puedo repetir cuantas veces quiera... – Sonreí.– Estoy dispuesta a cambiar mi vida que iba de cuerpo en cuerpo, con tal de que ella sea mía.

– Lo siento... – Dijo abriendo la puerta de repente provocando que diera un brinco del susto.

– ¿Desde dónde corriste? – Pregunté al verla con la respiración tan agitada.– Sube...

– Eso no importa – Se subió al auto.

– Oye... ¿Y tu mochila? – Pregunté confundida.

– En algún lado debe de estar – Soltó un suspiro.

¿Estaba con alguien más?

– Sabes, hoy no tengo ganas – Dije seria.

– Pudiste haberlo dicho antes – Me miró.

– Mejor vete – Miré por la ventana.

– Vine corriendo hasta aquí – Frunció el ceño.

– Te recuerdo que te pago por complacerme a mí, no a ti – La miré.

– Como quieras, solo te digo que mañana no podré, no me llames – Abrió la puerta del auto.

Llegué a creer que me rogaría.

– Está bien, quédate – Dije rendida.

– Park, si no te estoy rogando – Me miró.– Sabes, llámame cuando estés de buen humor, no planeo soportar algo por lo que no me pagas – Dijo remarcando el "No".

– _______... – Tomé su mano.– Lo siento... quédate... ¿Sí?, cierra la puerta...

– Llámame cuando estés de buen humor, ya te lo dije – Hizo que soltara su mano.– Y si lo que te molestó fue que no estaba aquí, lo siento, estaba resolviendo unos asuntos de mis padres.

Soy una idiota, ¿Verdad?

– No te vayas... – Dije triste.– Por favor... 

Ella soltó un suspiro y cerró la puerta del auto, quedándose conmigo.

– Dime, ¿A dónde quieres ir? – Sonreí.

– A tu casa – Respondió.

– ¿A mi casa? – Fruncí el ceño.– ¿Por qué a mi casa?

Sobres De Color Rojo - Imagina con Rosé Donde viven las historias. Descúbrelo ahora