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--Estoy cansado,¿Puedo dormir aquí? -le pregunto a la rubia a su lado,quién solo asintió.
El peliblanco se sento y recargo su cabeza en el hombro contrario,acción que hizo que la mujer se exaltada,más no dijo nada. En cuanto cerró los ojos cayó dormido en el hombro de su compañera.
--Idiota -murmuró.
Le molestaba que no se tomará la molestia de dormir por las noches y no lo hacía por estar estudiando o trabajando. Maldecia a Hiruzen y sus "consejeros" por ello.
Unos segundos después lo volteo a ver,lucia demasiado lindo dormido,tan tranquilo,tan calmado,tan relajado y callado,su cabello blanco,que hacia contraste con sus oscuros ojos, llamaba su atención,un color demasiado peculiar a su punto de vista. Bajo la mirada y observó los labios de su acompañante,lucían demasiado tentadores.
No creo que este mal.
Pensaba al tiempo que imaginaba como sería besarlo,no creía que fuera mala idea hacerlo mientras estaba dormido,él nunca tendría porque saberlo.
Se acercó al rostro de su amigo,con su mano puso un mechón de su blanquecino cabello detrás de su oreja y sonrió. Cuando iba a juntar sus labio noto como estaba despertando,por lo que sé alejó rápidamente de él con un sonrojo subiendo por su rostro.
--¿Tsuna? ¿Qué pasa? -pregunto mientras se tallaba los ojos- Estas roja,¿Estás bien? -hablo preocupado.
--¡Estoy bien! -volteo a ver a otro lado.
--¿Segura?
--¡Sí!
--Si tú lo dices -se encogió de hombros y se paro- Me tengo que ir,adiós -se despidió con la mano y se alejó,dejando sola a la Senju.
¡Se había enamorado! No podía ser tan malo,¿O sí?
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