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El peliblanco veía molesto a sus alumnos,podía aguantar cualquier cosa,pero había muy pocas que no,entre ellas era que insultaran a sus amigos,que se metieran con sus alumnos o los lastimara y finalmente,si se metían con su comida,y habían pasado dos de las cuatro cosas,y ahora estaban siendo regañados.
--Papá,ya,no es necesario que nos regañes tanto -con la mirada gacha hablo Konan.
--Entraron a la cocina y se lastimaron,pero no solo eso,si no que también tiraron mi comida -estaba molesto,aunque no le gustaba regañar a los tres niños que veía como a sus hijos,pero si no lo hacía iban a seguir lastimandose sin importarles nada.
--Lo sabemos -rodó los ojos el pelinaranja.
--Lo lamentamos -Nagato estaba sonrojado por la verguenza y la mirada la tenía puesta en el suelo.
El peliblanco acarició el punte de su nariz.
--Eres lindo cuando estás enojado -los tres niños vieron confundidos a la mujer rubia,mientras que el hombre la vio molesto.
--Te ves lindo cuando estás molesto,pero no conmigo -aclaró algo nerviosa.
El ojinegro suspiro para luego soltar una pequeña risa,los otro cuatro presentes sabían que ya no estaba enojado ni los regañaría así que también sonrieron.
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